domingo, 31 de julio de 2011

Aprendiendo a amar a nuestros enemigos

"27 Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; 28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. 29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. 30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. 31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. 32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. 33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. 34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. 35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. 36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso."Lucas 6.27-36
(Mt. 5.38-48; 7.12)

¿Que nos manda a hacer el Señor con nuestros enemigos?(v.27-31)
*Amarlos
*Hacerles bien
*Bendecirlos
*Orar por ellos
*Darles todo lo que nos pidan
*Tratarlos como nos gustaría que nos traten a nosotros

¿Porqué debo hacer esto?(v. 32-34)
*Porque no tiene mérito amar y dar solo a aquellos que amamos

¿Cuál es el propósito de ser benignos con los enemigos?(v.35-36)
*Tendremos nuestra recompensa (galardón)
*Demostrar que somos hijos de Dios, que somo misericordiosos al igual que El.


Esto que nos pide el Señor parece muy difícil. Nos manda a amar a aquellos que no lo merecen, es decir, ser misericordiosos. ¿Les suena familiar?Nuestro Padre Eterno nos amó incluso cuando éramos Su enemigo, cuando andábamos en nuestros delitos y pecados, El nos amó y nos dió vida. (Efesios 2.1) Cuando alguien me lastima, me maltrata, o quiere sacar ventaja de algo que era mi derecho; esto me enoja, aunque a veces también me entristece. Si veo el Rostro de mi Padre cuando yo andaba en los senderos antiguos o cuando caigo en pecado, El fue y es Bueno y Misericordioso al cederme Su Perdón. El, cuando perdona, no vuelve a recordarme con reproches mis equivocaciones, ya no las recuerda. Es importante que tomemos ejemplo del trato que nos tiene nuestro Señor, de la manera dulce que se comporta con nosotros y ser con los demás como El es. Si perdonamos, que sea sincero, para siempre. Si la misma persona nos vuelve a fallar, setenta veces siete más debemos perdonarla.
Hermanos/as oremos a nuestro Padre para que nos ablande el corazón, para que seamos tan perdonadores como El, para que nos transforme a la imagen de Jesús. Además no olvidemos que cuando hay rencores, nuestra comunión con el Señor es afectada, porque el pecado nos aleja de Su luz. Pidamos que nos enseñe a ver a las personas como las ve El, con Sus Ojos de Amor.
Una Ilustración de como ver a las personas: Quiero compartirles algo que me mostró mi Señor para poder comprender, aceptar, perdonar, y amar a mis enemigos. El a veces me hace entender por medio de ejemplos tomados de la naturaleza, o con las cosas cotidianas.

Hace más de 40 días el Señor bendijo mi hogar con un bebé hermoso, es la hija de mi hermana de 21 años. El Señor me dió una sobrina. Su nombre es Olivia. Es la primera vez que hay un bebé en casa. La veo a mi hermana que cada día la cambia, la amamanta, la baña, la hace dormir, la besa, le canta. También el abuelo, la abuela y la tía, jaja; ayudan en todo este proceso.
Esto me llevó a pensar en cosas que uno no se detiene a pensar cotidianamente. Se requiere de mucha paciencia para alimentarla, para cambiarle los pañales, para que se duerma y demás, de todo movimiento lento porque ella es frágil y no se le puede hacer nada bruzco. Todos estos cuidados solo requieren de mucho amor. Amamos a esa bebé. Entonces la ilustracion que el Señor me llevó a pensar es ésta: "Cada persona que conoces, buena o mala, cristiana o no cristiana; alguna vez fue un bebé como este". Esto me enterneció el corazón, me ablandó al punto de querer llorar, me emocionó. Entonces, cuando haya enemigos en mi vida, voy a recordar que alguna vez fueron niños, sin maldad, que tuvieron padres que los cuidaron, amaron y ayudaron a crecer. Es increíble como el mundo nos transforma en monstruos. Como las escuelas les roba a los niños la posibilidad de todo anhelo por Dios al decirles que venimos de los monos.
Para Nuestro Padre Amado, cada persona es especial, cada vida es única, y El bendice a todos, hace llover y salir el sol sobre todos, sin acepción de personas, porque El Ve a la humanidad nacer, crecer y morir. Por eso es que no quiere la muerte del impío, porque nos creó, nos conoce y por sobre todo NOS AMA. Hermanos/as, prediquemos a toda criatura, en todo lugar, y en todo momento para que todo aquel que crea en Jesús no perezca sino tenga vida eterna.

Por Vale

viernes, 29 de julio de 2011

Historia de la Doctrina de la Trinidad

Queridos hermanos he estado leyendo sobre la doctrina de la trinidad del libro de teología básica de Charles Ryrie. Me gustó mucho una ilustración en donde se compara a la trinidad con el agua, aunque no exista ilustración que pueda explicar este maravilloso misterio de Dios. El agua tiene tres estados: sólido, líquido y gaseoso; pero sigue siendo agua. Existe un punto triple en el cual, los tres estados coexisten en equilibrio. Este es el diagrama:





En la historia de como esta doctrina se fue desarrollando a lo largo de los años se nombra:
El monarquianismo:negaban la trinidad de Dios. Se dividió en dinámico, donde afirmaban que Jesús fue un hombre en el cual el Espíritu Santo le dió poder en su bautismo; y en modalista que decían que el Padre había encarnado en el Hijo y que las tres personas de la Deidad eran distintas manifestaciones de Dios. Tertuliano (ca. 165–220) afirmó el aspecto trino de Dios y fue el primero en usar el término "Trinidad". El combatía contra los monarquianos.

El arrianismo: Arrio (250-336 d.C)Decía que el Hijo fue creado por el Padre y por lo tanto tuvo un principio; y que el Espíritu Santo fue la primer cosa creada por el Hijo ya que el Hijo todo lo creo.Los Testigos de Jehová se adhieren a una cristología parecida a la de Arrio por negar la eternalidad del Hijo y la doctrina de la Trinidad. Ellos, como Arrio, ven al Logos como un ser intermedio entre el Creador y la creación.
Atanasio (ca. 296–373), el cual, mientras que mantenía la unidad de Dios, distinguía tres naturalezas esenciales en Dios e insistía en que el Hijo era de la misma substancia que el Padre. El enseñaba que el Hijo fue generado,pero que esto fue un acto eterno e interno de Dios; en contraste con Arrio, quien rechazaba la generación eterna.

Los neumatomaquianos(381 d.C): que significa "peleadores contra el Espíritu Santo", consideraban al Hijo y al Espíritu Santo de sustancia semejante al Padre. Fue tan grande la controversia por aquellos tiempos sobre este tema, que el emperador teodosio convocó a un concilio en Constantinopla formado por 150 obizpos ortodoxos, representantes de la iglesia oriental. Lo declarado sobre el Espiritu Santo fue: “Y nosotros creemos en el Espíritu Santo, el Señor, el Dador de vida, quien procede del Padre, quien ha de glorificarse junto con el Padre y el Hijo, y quien habla por los profetas”. Aunque el concilio no usó el término: "de la misma substancia", sí se describió al Espíritu Santo como un ser que no puede haber sido creado, pero no se definió la relación con el Padre y el Hijo.



Agustín (354-430 d.C): Declaró que las tres personas de la Trinidad poseen la esencia íntegra y que todas son interdependientes entre si. También enseñó que el Espíritu proceden del Hijo y el Padre. Además hizo gran énfasis en la obra de gracia eficaz que realiza el Espíritu Santo.

El Sínodo de Toledo (589): La iglesia del oeste afirmaba la procedencia del Espíritu Santo del Padre y el Hijo. La igleisa oriental, en cambio, nunca lo aceptó, declarándolo herejía, lo que dividió a los dos grupos hasta el día de hoy.

La enseñanza de la Reforma tocante a la Trinidad: Los reformadores y todas las confesiones de la Reforma expresan la doctrina de la Trinidad en la forma ortodoxa formulada en la iglesia primitiva. Calvino(1509-1564) encontró inútil la idea de la generación eterna del Hijo, aunque no la negó. Lutero(1483-1546) aceptó la doctrina de la Trinidad porque consideraba que era enseñada en las Escrituras, aunque sentía que solo la fé la podía comprender.
La Confesión de Augsburgo (1530) claramente declara “que hay una
esencia divina la cual se llama y es Dios … sin embargo, hay tres personas de la misma esencia y poder, que también son coeternas; el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo” (III.7). Igualmente la Confesión de Westminster (1647) declara: “En la
unidad de la Deidad hay tres personas, de una substancia, un poder, y una eternidad: Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo. El Padre no procede ni es engendrado de nadie: el Hijo es engendrado eternamente del Padre: el Espíritu
Santo procede eternamente del Padre y del Hijo” (II.3).

El socianismo(siglo XVI): Negó la pre-existencia del Hijo, considerándolo solo un hombre. Enseñaba que solo había una esencia divina que contenía una sola persona. Muchos unitarios no eran deístas(El deísmo es una postura filosófica que acepta la existencia y la naturaleza de Dios a través de la razón y la experiencia personal, en lugar de hacerlo a través de los elementos comunes de las religiones teístas como la revelación directa, la fe o la tradición), pero todos los deístas tenían un concepto unitario de Dios.
La línea herética(de herejía)fue del arrianismo al socianismo,al unitarianismo,al deísmo.

El concepto de la Trinidad inunda varias áreas de la teología:
*La doctrina de la redención: Juan 3.6,3.16; Apoc.13.8
*La doctrina de la revelación: Juan 1.18;16.13
*La comunión y el amor dentro de la misma Trinidad, es semejante a la comunión del creyente con Cristo (Juan14.17)
*La oración se practica en forma trinitaria (Juan 14.14,Efesios 1.6,2.18,6.18)

"En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo:si alguno tiene sed, venga a mi y beba. El que cree en mi, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado"Juan 7.37-39

jueves, 28 de julio de 2011

Jezabel

Este espacio quiero dedicarlo a mis hermanas en Cristo.Las animo a que estudiemos las mujeres de la biblia y que aprendamos de sus defectos y virtudes para ponerlo en práctica en nuestra vida cotidiana y espiritual. Hoy comenzamos con una mujer muy mala, llamada Jezabel. Ella no era una hija de Dios. De ella deberíamos aprender a como NO debemos ser, porque no se ha hallado cosa buena en ella.Lo único bueno en ésta malvada mujer, es su nombre. Irónicamente su nombre en hebreo
(אִיזֶבֶל: Izebel) significa pureza, castidad. Quizás podríamos, en la práctica, entender que este tipo de mujer se esconde bajo un manto de piedad, y muy sutilmente se mueve con sus propios intereses egoístas, ocultando una personalidad maligna.Los hombres también pueden sacarle provecho para su propio aprendizaje y además, reconocer a éste tipo de mujeres e impedir que ellas se apoderen de su corazón.
Jezabel aparece en escena como la mujer del rey Acab del libro de los reyes. Veamos los pasajes en donde ella hace sus apariciones.

El reinado de Acab
"29 Comenzó a reinar Acab hijo de Omri sobre Israel el año treinta y ocho de Asa rey de Judá.30 Y reinó Acab hijo de Omri sobre Israel en Samaria veintidós años. Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él.31 Porque le fue ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró."
1Reyes 16.29-31

Elías regresa a ver a Acab
"1Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Vé, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra.2 Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y el hambre era grave en Samaria.3 Y Acab llamó a Abdías su mayordomo. Abdías era en gran manera temeroso de Jehová.4 Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los sustentó con pan y agua.5 Dijo, pues, Acab a Abdías: Vé por el país a todas las fuentes de aguas, y a todos los arroyos, a ver si acaso hallaremos hierba con que conservemos la vida a los caballos y a las mulas, para que no nos quedemos sin bestias.6 Y dividieron entre sí el país para recorrerlo; Acab fue por un camino, y Abdías fue separadamente por otro.7 Y yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías; y cuando lo reconoció, se postró sobre su rostro y dijo: ¿No eres tú mi señor Elías?8 Y él respondió: Yo soy; vé, dí a tu amo: Aquí está Elías.9 Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para que entregues a tu siervo en mano de Acab para que me mate?10 Vive Jehová tu Dios, que no ha habido nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte, y todos han respondido: No está aquí; y a reinos y a naciones él ha hecho jurar que no te han hallado.11 ¿Y ahora tú dices: Vé, dí a tu amo: Aquí está Elías?12 Acontecerá que luego que yo me haya ido, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa, y al venir yo y dar las nuevas a Acab, al no hallarte él, me matará; y tu siervo teme a Jehová desde su juventud.13 ¿No ha sido dicho a mi señor lo que hice, cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; que escondí a cien varones de los profetas de Jehová de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los mantuve con pan y agua?14 ¿Y ahora dices tú: Vé, dí a tu amo: Aquí está Elías; para que él me mate?15 Y le dijo Elías: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que hoy me mostraré a él.16 Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el aviso; y Acab vino a encontrarse con Elías.17 Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel?18 Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.19 Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel. "1Reyes 18.1-19

"1 Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas.2 Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos."1Reyes 19.1-2

Acab y la viña de Nabot
"1Pasadas estas cosas, aconteció que Nabot de Jezreel tenía allí una viña junto al palacio de Acab rey de Samaria.2 Y Acab habló a Nabot, diciendo: Dame tu viña para un huerto de legumbres, porque está cercana a mi casa, y yo te daré por ella otra viña mejor que esta; o si mejor te pareciere, te pagaré su valor en dinero.3 Y Nabot respondió a Acab: Guárdeme Jehová de que yo te dé a ti la heredad de mis padres.4 Y vino Acab a su casa triste y enojado, por la palabra que Nabot de Jezreel le había respondido, diciendo: No te daré la heredad de mis padres. Y se acostó en su cama, y volvió su rostro, y no comió.5 Vino a él su mujer Jezabel, y le dijo: ¿Por qué está tan decaído tu espíritu, y no comes?6 El respondió: Porque hablé con Nabot de Jezreel, y le dije que me diera su viña por dinero, o que si más quería, le daría otra viña por ella; y él respondió: Yo no te daré mi viña.7 Y su mujer Jezabel le dijo: ¿Eres tú ahora rey sobre Israel? Levántate, y come y alégrate; yo te daré la viña de Nabot de Jezreel.8 Entonces ella escribió cartas en nombre de Acab, y las selló con su anillo, y las envió a los ancianos y a los principales que moraban en la ciudad con Nabot.9 Y las cartas que escribió decían así: Proclamad ayuno, y poned a Nabot delante del pueblo;10 y poned a dos hombres perversos delante de él, que atestigüen contra él y digan: Tú has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo para que muera.11 Y los de su ciudad, los ancianos y los principales que moraban en su ciudad, hicieron como Jezabel les mandó, conforme a lo escrito en las cartas que ella les había enviado.12 Y promulgaron ayuno, y pusieron a Nabot delante del pueblo.13 Vinieron entonces dos hombres perversos, y se sentaron delante de él; y aquellos hombres perversos atestiguaron contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey. Y lo llevaron fuera de la ciudad y lo apedrearon, y murió.14 Después enviaron a decir a Jezabel: Nabot ha sido apedreado y ha muerto.15 Cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y muerto, dijo a Acab: Levántate y toma la viña de Nabot de Jezreel, que no te la quiso dar por dinero; porque Nabot no vive, sino que ha muerto.16 Y oyendo Acab que Nabot era muerto, se levantó para descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar posesión de ella.17 Entonces vino palabra de Jehová a Elías tisbita, diciendo:18 Levántate, desciende a encontrarte con Acab rey de Israel, que está en Samaria; he aquí él está en la viña de Nabot, a la cual ha descendido para tomar posesión de ella.19 Y le hablarás diciendo: Así ha dicho Jehová: ¿No mataste, y también has despojado? Y volverás a hablarle, diciendo: Así ha dicho Jehová: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre.20 Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? El respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a hacer lo malo delante de Jehová.21 He aquí yo traigo mal sobre ti, y barreré tu posteridad y destruiré hasta el último varón de la casa de Acab, tanto el siervo como el libre en Israel.22 Y pondré tu casa como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahías, por la rebelión con que me provocaste a ira, y con que has hecho pecar a Israel.23 De Jezabel también ha hablado Jehová, diciendo: Los perros comerán a Jezabel en el muro de Jezreel.24 El que de Acab fuere muerto en la ciudad, los perros lo comerán, y el que fuere muerto en el campo, lo comerán las aves del cielo.25 A la verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo malo ante los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba.26 El fue en gran manera abominable, caminando en pos de los ídolos, conforme a todo lo que hicieron los amorreos, a los cuales lanzó Jehová de delante de los hijos de Israel.27 Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos y puso cilicio sobre su carne, ayunó, y durmió en cilicio, y anduvo humillado.28 Entonces vino palabra de Jehová a Elías tisbita, diciendo:29 ¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa."1Reyes 21.1-29


Jehú es ungido rey de Israel
"1Entonces el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas, y le dijo: Ciñe tus lomos, y toma esta redoma de aceite en tu mano, y vé a Ramot de Galaad.2 Cuando llegues allá, verás allí a Jehú hijo de Josafat hijo de Nimsi; y entrando, haz que se levante de entre sus hermanos, y llévalo a la cámara.3 Toma luego la redoma de aceite, y derrámala sobre su cabeza y di: Así dijo Jehová: Yo te he ungido por rey sobre Israel. Y abriendo la puerta, echa a huir, y no esperes.4 Fue, pues, el joven, el profeta, a Ramot de Galaad.5 Cuando él entró, he aquí los príncipes del ejército que estaban sentados. Y él dijo: Príncipe, una palabra tengo que decirte. Jehú dijo: ¿A cuál de todos nosotros? Y él dijo: A ti, príncipe.6 Y él se levantó, y entró en casa; y el otro derramó el aceite sobre su cabeza, y le dijo: Así dijo Jehová Dios de Israel: Yo te he ungido por rey sobre Israel, pueblo de Jehová.7 Herirás la casa de Acab tu señor, para que yo vengue la sangre de mis siervos los profetas, y la sangre de todos los siervos de Jehová, de la mano de Jezabel.8 Y perecerá toda la casa de Acab, y destruiré de Acab todo varón, así al siervo como al libre en Israel.9 Y yo pondré la casa de Acab como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahías.10 Y a Jezabel la comerán los perros en el campo de Jezreel, y no habrá quien la sepulte. En seguida abrió la puerta, y echó a huir.11 Después salió Jehú a los siervos de su señor, y le dijeron: ¿Hay paz? ¿Para qué vino a ti aquel loco? Y él les dijo: Vosotros conocéis al hombre y sus palabras.12 Ellos dijeron: Mentira; decláranoslo ahora. Y él dijo: Así y así me habló, diciendo: Así ha dicho Jehová: Yo te he ungido por rey sobre Israel.13 Entonces cada uno tomó apresuradamente su manto, y lo puso debajo de Jehú en un trono alto, y tocaron corneta, y dijeron: Jehú es rey.
Jehú mata a Joram
14 Así conspiró Jehú hijo de Josafat, hijo de Nimsi, contra Joram. (Estaba entonces Joram guardando a Ramot de Galaad con todo Israel, por causa de Hazael rey de Siria;15 pero se había vuelto el rey Joram a Jezreel, para curarse de las heridas que los sirios le habían hecho, peleando contra Hazael rey de Siria.) Y Jehú dijo: Si es vuestra voluntad, ninguno escape de la ciudad, para ir a dar las nuevas en Jezreel.16 Entonces Jehú cabalgó y fue a Jezreel, porque Joram estaba allí enfermo. También estaba Ocozías rey de Judá, que había descendido a visitar a Joram.17 Y el atalaya que estaba en la torre de Jezreel vio la tropa de Jehú que venía, y dijo: Veo una tropa. Y Joram dijo: Ordena a un jinete que vaya a reconocerlos, y les diga: ¿Hay paz?18 Fue, pues, el jinete a reconocerlos, y dijo: El rey dice así: ¿Hay paz? Y Jehú le dijo: ¿Qué tienes tú que ver con la paz? Vuélvete conmigo. El atalaya dio luego aviso, diciendo: El mensajero llegó hasta ellos, y no vuelve.19 Entonces envió otro jinete, el cual llegando a ellos, dijo: El rey dice así: ¿Hay paz? Y Jehú respondió: ¿Qué tienes tú que ver con la paz? Vuélvete conmigo.20 El atalaya volvió a decir: También éste llegó a ellos y no vuelve; y el marchar del que viene es como el marchar de Jehú hijo de Nimsi, porque viene impetuosamente.21 Entonces Joram dijo: Unce el carro. Y cuando estaba uncido su carro, salieron Joram rey de Israel y Ocozías rey de Judá, cada uno en su carro, y salieron a encontrar a Jehú, al cual hallaron en la heredad de Nabot de Jezreel.22 Cuando vio Joram a Jehú, dijo: ¿Hay paz, Jehú? Y él respondió: ¿Qué paz, con las fornicaciones de Jezabel tu madre, y sus muchas hechicerías?23 Entonces Joram volvió las riendas y huyó, y dijo a Ocozías: ¡Traición, Ocozías!24 Pero Jehú entesó su arco, e hirió a Joram entre las espaldas; y la saeta salió por su corazón, y él cayó en su carro.25 Dijo luego Jehú a Bidcar su capitán: Tómalo, y échalo a un extremo de la heredad de Nabot de Jezreel. Acuérdate que cuando tú y yo íbamos juntos con la gente de Acab su padre, Jehová pronunció esta sentencia sobre él, diciendo:26 Que yo he visto ayer la sangre de Nabot, y la sangre de sus hijos, dijo Jehová; y te daré la paga en esta heredad, dijo Jehová.Tómalo pues, ahora, y échalo en la heredad de Nabot, conforme a la palabra de Jehová.
Jehú mata a Ocozías
(2 Cr. 22.7-9)
27 Viendo esto Ocozías rey de Judá, huyó por el camino de la casa del huerto. Y lo siguió Jehú, diciendo: Herid también a éste en el carro. Y le hirieron a la subida de Gur, junto a Ibleam. Y Ocozías huyó a Meguido, pero murió allí.28 Y sus siervos le llevaron en un carro a Jerusalén, y allá le sepultaron con sus padres, en su sepulcro en la ciudad de David.29 En el undécimo año de Joram hijo de Acab, comenzó a reinar Ocozías sobre Judá.
Muerte de Jezabel
30 Vino después Jehú a Jezreel; y cuando Jezabel lo oyó, se pintó los ojos con antimonio, y atavió su cabeza, y se asomó a una ventana.31 Y cuando entraba Jehú por la puerta, ella dijo: ¿Sucedió bien a Zimri, que mató a su señor?32 Alzando él entonces su rostro hacia la ventana, dijo: ¿Quién está conmigo? ¿quién? Y se inclinaron hacia él dos o tres eunucos.33 Y él les dijo: Echadla abajo. Y ellos la echaron; y parte de su sangre salpicó en la pared, y en los caballos; y él la atropelló.34 Entró luego, y después que comió y bebió, dijo: Id ahora a ver a aquella maldita, y sepultadla, pues es hija de rey.35 Pero cuando fueron para sepultarla, no hallaron de ella más que la calavera, y los pies, y las palmas de las mano.36 Y volvieron, y se lo dijeron. Y él dijo: Esta es la palabra de Dios, la cual él habló por medio de su siervo Elías tisbita, diciendo: En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel,37 y el cuerpo de Jezabel será como estiércol sobre la faz de la tierra en la heredad de Jezreel, de manera que nadie pueda decir: Esta es Jezabel."2Reyes 9.1-37

El diccionario Vila-Escuaín relata sobre Jezabel:

Hija de Et-baal rey de los sidonios, y sacerdotisa de Astarté antes de casarse con Acab rey de Israel (1Re 16:31; Contra Apión,1Re 1:18).
Dotada de un enérgico carácter, hacía lo que quería de su marido. Jezabel era una ferviente adoradora de Baal, por lo que su esposo construyó para ella en Samaria un templo y un altar consagrados a Baal, y una asera, estatua que representaba a la Astarté fenicia (1Re 16:32-33).
Aunque era sólo la esposa del rey, Jezabel hizo dar muerte a todos los profetas de Jehová que pudo hacer apresar (1Re 18:4-13) y se propuso dar muerte al profeta Elías (1Re 19:1-2). Promovió el asesinato legal de Nabot para conseguir su viña para su marido (1Re 21:16-22).
Los perros se la comieron conforme a la profecía de Elías. Jezabel murió defenestrada durante el golpe de Jehú (véase JEHÚ) y fue atropellada por el carro de Jehú lanzado a toda velocidad. Al cabo de poco tiempo, al dar Jehú la orden de «enterrar aquella maldita», descubrieron que casi nada quedaba de su cadáver, que había sido comido por los perros (2Re 9:7, 2Re 9:30-37).
Su acción de introducir en Israel el culto idolátrico a Baal y de dar muerte a los siervos del Señor, ha hecho recordar su nombre como baldón de infamia y como tipo de un sistema seductor dentro de la iglesia profesante, que atrae a otros a la idolatría (Apo 2:20).


Personalidad de Jezabel:

*Homicida 1Reyes 18.4, 13
*Idólatra 1Reyes 18.19, 19.2
*Codiciosa 1Reyes 21.7
*Autoritaria 1Reyes 21.11
*Incitadora-Influyente-Manipuladora 1Reyes 21.25
*Agresiva-Antipacifista 2Reyes 9.22
*Fornicaria 2Reyes 9.22
*Hechicera 2Reyes 9.22
*Seductora-Sensual 2Reyes 9.30

Esta larga lista de la persona de Jezabel me lleva a Gálatas 5.19-21
: "19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios."

¿Cual fue el final de Jezabel? "...cuando fueron para sepultarla, no hallaron de ella más que la calavera, y los pies, y las palmas de las mano"2Reyes 9.35

Porque la paga del pecado es muerte, hermanos/as. Esa es su paga, porque el ladrón viene a matar, robar y destruír. En cambio nuestro amado Jesús vino a darnos vida y en abundancia. Deshagamos toda obra maligna de nuestra carne con la ayuda del Santo Espíritu de Dios. Si lo intentamos con nuestras propias fuerzas, muy pronto terminaremos cayendo en más pecados que del que queremos evitar. Terminamos siendo religiosos. Solo logramos salir del pecado con la ayuda del Espíritu Santo, pidiéndolo, dejando que obre en nosotros. El nos dará esas fuerzas, El nos abrazará en Su amor y nos protegerá de todo mal.
"...porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis"Romanos 8.13

Gracias a nuestro amado Señor Jesús, tenemos libre entrada al lugar Santísimo, para pedir misericordia, ante Su trono de Gracia. El quiere que tengamos una vida abundante en bendiciones espirituales, quiere hacernos crecer. Que el Señor los bendiga, guarde y guíe.


Por Vale

martes, 26 de julio de 2011

Jesús es Dios(Jehová=Jesús) Sexta parte: El Verbo es Dios

"1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho."
Juan 1.1-3

"1 Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ λόγος, καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν, καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος. 2 οὗτος ἦν ἐν ἀρχῇ πρὸς τὸν θεόν. 3 πάντα δι’ αὐτοῦ ἐγένετο, καὶ χωρὶς αὐτοῦ ἐγένετο οὐδὲ ἕν. ὃ γέγονεν"
Nuevo testamento en griego

Este texto es maravilloso y revelador en cuanto a la pre-existencia de Jesucristo, Su deidad, y también en cuánto a nuestros orígenes. Lo explicaré de la manera en que el Señor me ilumine. Su Palabra es inagotable, no es como cualquier libro que leemos y se terminó. No, la biblia fue escrita por Dios, Su aliento de vida, al igual que el viento de primavera, recorre cada página y va zocabando los misterios ocultos en las profundidades del corazón de nuestro Señor, que El mismo ha guardado para los que le aman. Siempre hay un precioso tesoro para descubrir, porque las maravillas de Dios son únicas e infinitas, que la imaginación finita del hombre natural no podría comprender sin el Espíritu Santo morando en su interior.

versículo 1:
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ λόγος, καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν, καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος.

El Verbo se nombra tres veces con distintas descripciones:

*El Verbo era en el principio
*El Verbo era con Dios
*El Verbo era Dios

Para comenzar deberíamos preguntarnos:

a) ¿Qué significa el Verbo?
b) ¿Donde estaba el Verbo?
c) ¿Con quién estaba el Verbo?
d) ¿Quién era el Verbo?

a) ¿Qué significa el Verbo?
La palabra Verbo viene del griego "λόγος"(lógos). El diccionario Strong lo define:
"#G3056: de G3004(légo: relatar); algo dicho (incluído el pensamiento); por implicación tema (sujeto del discurso), también razonamiento (facultad mental) o motivo; por extensión cálculo; específicamente (con el artículo en Juan) la Expresión Divina (i.e. Cristo):- noticia, palabra, plática, pleito, predicar, pregunta, propuesta, razón, sentencia, tratado, verbo, arreglar, asunto, cosa, cuenta, decir, derecho, dicho, discurso, doctrina, evangelio, exhortar, fama, frase, hablar, hecho, mensaje.

El diccionario Vine del NT define a lógos como:
La palabra personal, el Verbo, título aplicado al Hijo de Dios.
Esta identificación queda establecida por las afirmaciones de doctrina en Juan:1-18, declarando en los vv. 1 y 2:

(1) su personalidad distintiva y superfinita,
(2) su relación en el seno de la Deidad (pros, con, no meramente compañía, sino la más íntima comunión),
(3) su Deidad; en el v. 3 su poder creativo;
en el v. 14 su encarnación («se hizo carne», lo que expresa un acto voluntario; RVR77, LBA, NVI; no como en RV, RVR, VM: «fue hecho»), la realidad y totalidad de su naturaleza humana, y su gloria «como del unigénito del Padre» (en el original la carencia de artículo destaca la naturaleza y carácter de la relación; lit., «como de unigénito de padre»); su gloria fue la de la shekina en abierta manifestación; en el v. 18 se consuma la identificación: «El unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer», cumpliéndose así el significado del título logos, el Verbo, la manifestación personal, no de una parte de la naturaleza divina, sino de la Deidad plena. Este título es asimismo utilizado en 1 Juan 1«el Verbo de vida», combinando las dos declaraciones en Juan 1:1 y 4 y Apocalipsis 19:13.

"Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad." Juan 1.14

"Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS."Apoc 19.13

"καὶ περιβεβλημένος ἱμάτιον βεβαμμένον αἵματι, καὶ κέκληται τὸ ὄνομα αὐτοῦ ὁ Λόγος τοῦ Θεοῦ."

La biblia en lenguaje sencillo lo dice así: "Antes de que todo comenzara, ya existía aquel que es la Palabra.La Palabra estaba con Dios,y era Dios."
Entonces, el Verbo es la Palabra de Dios, que ya existía antes de que todo sea creado y ésta Palabra vino a nosotros en forma de hombre, este es Jesucristo y quién también vendrá con Sus ropas teñidas de Su sangre Preciosa derramada, El pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.





b) ¿Donde estaba el Verbo?
"En el principio era el Verbo"
(καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν)
¿Esto qué significa? Miremos Génesis 1.1: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra"
La biblia relata toda la historia de la humanidad relacionada con Dios, desde génesis hasta apocalipsis. En génesis el Señor crea el Universo. Este suceso es el inicio de todo lo creado, por eso es que dice: "En el principio". Dios siempre existió, El es Eterno. Cuando lo crea todo, El coloca un tiempo finito, hizo el día y la noche, las horas. También hay un fin de este tiempo que es relatado en Apocalipsis.
Algo muy interesante es la palabra "Dios" del primer versículo de génesis. El diccionario Strong lo define:
אֱלֹהִים
elojím
plural de H433(אֱלוֹהַּ elóaj:una deidad o la deidad); dioses en el sentido ordinario; pero específicamente que se usa (en plural así, específicamente con el artículo) del Dios supremo


¿Porqué será que la palabra "Dios"(Elojím) está en plural y no en singular(Elóaj)? Acá es donde vemos la belleza de Su inspiración al escribir la biblia, aquí vemos el precioso oro oculto y alabamos a nuestro Padre por regalarnos tan rico manjar para nuestro espíritu.
En el principio estaba el Padre con el Hijo creándolo todo y si leemos el versículo 2 de génesis nos dice que el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo siendo parte de la creación. "En el principio creó Dios los cielos y la tierra"
También lo podemos apreciar unos pasajes más adelante:
"Entonces dijo Dios(Elojím): "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza..."Génesis 1.26. No hay mucho más que aclarar con esto, El mismo habla con Su Palabra. Solo puedo agregar:

"¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!Porque ¿Quién entendió la mente del Señor?¿O quién fue su consejero?" Romanos 11.33-34

c) ¿Con quién estaba el Verbo?
"y el Verbo era con Dios"
Según lo que venimos estudiando, el Verbo es Jesucristo. Por eso podemos parafrasear que: En el principio estaba Cristo con el Padre.

d)¿Quién era el Verbo?
"Y el Verbo era Dios"
(καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος)
No hay mucho por aclarar. El mismo lo dice: Jesús es Dios.
La "Trinidad" como nosotros los cristianos, le llamamos, no es fácil de comprender, porque Dios es infinito y nuestra mente es finita; pero Su Santo Espíritu nos hace aceptarla y verla con ojos espirituales. Es evidente en toda la biblia. No se puede negar.
"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios"

Versículo 2:
"Este era en el principio con Dios"
(οὗτος ἦν ἐν ἀρχῇ πρὸς τὸν θεόν)
Este versículo afirma lo antes dicho, confirma que Cristo estaba en el principio con Dios.

Versículo 3:
"Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho"
(πάντα δι’ αὐτοῦ ἐγένετο, καὶ χωρὶς αὐτοῦ ἐγένετο οὐδὲ ἕν. ὃ γέγονεν)
Este mundo tangible y también el intangible (los cielos, donde están los ángeles y demás) fue hecho por nuestro Señor y sin él nada existiría. Esto me recuerda a Romanos 11.36: "Porque de El, y por El,y para El, son todas las cosas. A El sea la gloria por los siglos. Amén"También podemos correlacionarlo a Hebreos 1.1-4:"1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,4 hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos."

El Verbo fue hecho carne, para que le veamos porque Dios es Espíritu y nadie le vió jamás, solo el unigénito del Padre. También todos aquellos que hemos creído en El ahora le vemos, porque nos ha hecho nacer de espíritu cuando nos hizo nueva criatura. El tenía que ser semejante a nosotros para salvarnos.

Si aún no conoces a Jesús, a quien Dios envió para que tengas vida eterna en El, no esperes más, buscalo, llamalo, pide misericordia, pide perdón por tus pecados a quien murió por ti, echa mano de esa salvación preciosa, acepta a Jesucristo como tu Señor y Salvador. Sé nueva criatura en El.

Herramientas

*Biblia Reina-Valera 1960
*Biblia Lenguaje Sencillo
*Biblia SBL del nuevo testamento en griego
*Diccionario Strong hebreo-griego
*Diccionario Vine

Por Vale
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Les comparto lo escrito por Juan Calvino(1509-1564) en el capítulo XIII de su libro: "Institución de la religión cristiana":
"l. La esencia de Dios es infinitaLo que la Escritura nos ensena de la esencia de Dios, infinita y espíritual,
no solamente vale para destruir los desvaríos del vulgo, sino tamo
bién para confundir las sutilezas de la filosofía profana. Le pareció a un
escritor antiguo l que se expresaba con toda propiedad al decir que Dios
es todo cuanto vemos y también lo que no vemos. Al hablar asi se imaginó
que la divinidad está desparramada por todo el mundo. Es cierto que
Dios, para mantenernos en la sobriedad, no habla con detalles de su
esencia; sin embargo, con los dos titulas que hemos nombrado - Jehová
y Elohim - abate todos los desvaríos que los hombres se imaginan y
reprime el atrevimiento del entendimiento humano. Ciertamente que lo
infinito de su esencia debe espantarnos, de tal manera que no presumamos
de medirlo con nuestros sentidos; y su naturaleza espiritual nos impide
que veamos en Él nada carnal o terreno. Y ésta es la causa por la que
muchas veces indica que su morada es el cielo. Pues, si bien por ser infinito
llena también toda la tierra, sin embargo, viendo que nuestro entendimiento,
según es de torpe, se queda siempre abajo, con mucha razón,
para despertarnos de nuestra pereza e indolencia, nos eleva sobre el
mundo, con lo cual cae por tierra el error de los maniqueos, que admitiendo
dos principios hicieron al diablo casi igual que Dios. Pues esto
era deshacer la unidad de Dios y limitar su infinitud. Y por lo que hace
a los textos de la Escritura con los que se atrevieron a confirmar su
opinión, en ello han dejado ver que su ignorancia igualaba en magnitud
al intolerable desatino de su error.
Igualmente quedan refutados los antropomorfistas, los cuales se imaginaron
a Dios como un ser corpóreo, porque la Escritura muchas veces
le atribuye boca, orejas, ojos, manos y pies. Pues, ¿qué hombre con un
poco de entendimiento no comprende que Dios, por así decirlo, balbucea
al hablar con nosotros, como las nodrizas con sus niños para igualarse
a ellos? Por lo tanto, tales maneras de hablar no manifiestan en absoluto
cómo es Dios en sí, sino que se acomodan a nuestra rudeza, para darnos
algún conocimiento de Él; Yesto la Escritura no puede hacerlo sin ponerse
a nuestro nivel y, por lo tanto, muy por debajo de la majestad de Dios.
2. Dios en tres personasPero aún podemos encontrar en la Escritura otra nota particular con
la cual mejor conocerlo y diferenciarlo de los ídolos. Pues al mismo
tiempo que se nos presenta como un solo Dios, se ofrece a nuestra contemplación
en tres Personas distintas; y si no nos fijamos bien en ellas,
no tendremos en nuestro entendimiento más que un vano nombre de
Dios, que de nada sirve.Pero, a fin de que nadie sueñe con un Dios de tres cabezas, ni piense
que la esencia divina se divide en las tres Personas, será menester buscar
una definición breve y fácil, que nos desenrede todo error. Mas como
algunos aborrecen el nombre de Persona, como si fuera cosa inventada
por los hombres, será necesario ver primero la razón que tienen para ello.
El Apóstol, llamando al Hijo de Dios "la imagen misma de su sustancia"
(del Padre) (Heb. 1,3), sin duda atribuye al Padre alguna subsistencia
en la cual difiera del Hijo. Porque tomar el vocablo como si significase
esencia, como hicieron algunos intérpretes - como si Cristo representase
en sí la sustancia del Padre, al modo de la cera en la que se imprime el
sello -, esto no sólo sería cosa dura, sino también absurda. Porque siendo
la esencia divina simple e individua, incapaz de división alguna, el que
la tuviere toda en sí y no por partes ni comunicación, sino total y enteramente,
este tal seria llamado "carácter" e "imagen" del otro impropiamente.
Pero como el Padre, aunque sea distinto del Hijo por su propiedad,
se representó del todo en éste, con toda razón se dice que ha manifestado
en él su hipóstasis; con lo cual está completamente de acuerdo lo que
luego sigue: que Él es el resplandor de su gloria. Ciertamente, de las
palabras del Apóstol se deduce que hay una hipóstasis propia y que
pertenece al Padre, la cual, sin embargo, resplandece en el Hijo; de donde
fácilmente se concluye también la hipóstasis del Hijo, que le distingue
del Padre.
Lo mismo hay que decir del Espíritu Santo, el cual luego probaremos
que es Dios; y, sin embargo, es necesario que 10 tengamos como hipóstasis
diferente del Padre.
Pero esta distinción no se refiere a la esencia, dividir la cual o decir
que es más de una es una blasfemia. Por tanto, si damos crédito a las
palabras del Apóstol, síguese que en un solo Dios hay tres hipóstasis.
y como quiera que los doctores latinos han querido decir lo mismo con
este nombre de "Persona", será de hombres fastidiosos y aun contumaces
querer disputar sobre una cosa clara y evidente.
Si quisiéramos traducir al pie de la letra 10 que la palabra significa
diriamos "subsistencia", lo cual muchos lo han confundido con "sustancia",
como si fuera la misma cosa. Pero, además, no solamente los latinos
usaron la palabra "persona", sino que también los griegos - quizá para
probar que estaban en esto de acuerdo con los latinos - dijeron que hay
en Dios tres Personas. Pero sea lo que sea respecto a la palabra, lo cierto
es que todos querían decir una misma cosa.
3. ¿Se pueden emplear palabras ajenas a la Escritura?Así pues, por más que protesten los herejes contra el nombre de
Persona, y por más que murmuren algunos de mala condición, diciendo
que no admitirán un nombre inventado por los hombres, siendo así que
no pueden negar que se nombra a tres, de los cuales cada uno es enteramente
Dios, sin que por ello haya muchos dioses, ¿no es gran maldad
condenar las palabras que no dicen sino lo que la Escritura afirma
y atestigua'? Replican que sería mejor mantener dentro de los límites de
la Escritura. no solamente nuestros sentimientos, sino también las palabras,
en vez de usar de otras extrañas y no empleadas, que pueden ser causa de discusiones y disputas. Porque sucede con esto que se pierde
el tiempo disputando por palabras, que se pierde la verdad altercando
de esta manera y se destruye la caridad.
Si ellos llaman palabra extraña a la que sílaba por sílaba y letra por
letra no se encuentra en la Escritura, ciertamente nos ponen en gran
aprieto, pues con ello condenan todas las predicaciones e interpretaciones
que no están tomadas de la Escritura de una manera plenamente textual.
Mas si tienen por palabras extrañas las que se inventan por curiosidad
y se sostienen supersticiosamente, las cuales sirven más de disputa que
de edificación, y se usan sin necesidad ni fruto y con su aspereza ofenden
los oídos de los fieles y pueden apartarnos de la sencillez de la Palabra
de Dios, estén entonces seguros de que yo apruebo con todo el corazón
su sobriedad. Pues no me parece que deba ser menor la reverencia al
hablar de Dios que la que usamos en nuestros pensamientos sobre Él,
pues cuanto de Él pensamos, en cuanto procede de nosotros mismos, no
es más que locura, y todo cuanto hablamos, vanidad. Con todo, algún
medio hemos de tener, tomando de la Escritura alguna regla a la cual se
conformen todos nuestros pensamientos y palabras. Pero, ¿qué inconveniente
hay en que expliquemos con palabras más claras las COsas que la
Escritura dice oscuramente, con tal que lo que digamos sirva para declarar
fielmente la verdad de la Escritura, y que se haga sin tomarse excesiva
libertad y cuando la ocasión 10 requiera? De esto tenemos muchos ejemplos.
¿Y qué sucederá si probamos que la Iglesia se ha visto ineludiblemente
obligada a usar las palabras "Trinidad" y "Personas"? Si alguno
no las aprueba pretextando que se trata de palabras nuevas que no se
hallan en la Escritura, ¿no se podrá decir de él con razón que no puede
tolerar la luz de la verdad?; pues lo que hace es condenar que se explique
con palabras más claras lo mismo que la Escritura encierra en sí.
4. Utilidad de ciertas palabrasTal novedad de palabras ~ si así se puede llamar ~ hay que usarla
principalmente cuando conviene mantener la verdad contra aquellos que
la calumnian y que, tergiversándola, vuelven lo de dentro afuera, lo cual
al presente vemos más de lo que quisiéramos, resultándonos difícil convencer
a los enemigos de la verdad, porque con su sabiduría carnal se
deslizan como sierpes de las manos, si no son apretados fuertemente. De
esta manera los Padres antiguos, preocupados por los ataques de las falsas
doctrinas, se vieron obligados a explicar con gran sencillez y familiaridad
lo que sentían, a fin de no dejar resquicio alguno por donde los impíos
pudieran escapar, a los cuales cualquier oscuridad de palabras les sirve
de escondrijo donde ocultar sus errores.
Confesaba Arrió que Cristo es Dios e Hijo de Dios, porque no podia
contradecir los clarísimos testimonios de la Escritura, y como persona
que cumple con su deber, aparentaba conformarse con los demás. Pero
entretanto no dejaba de decir que Cristo es criatura y que tuvo principio
como las demás. Los Padres, para aclarar esta maliciosa simulación pasaron
adelante diciendo que Cristo es Hijo eterno del Padre y consustancial '
con el Padre. Entonces quedó patente la impiedad de los arrianos, y
comenzaron a aborrecer y detestar la palabra "hornousios", que quiere decir consustancial. Si al principio hubieran confesado sinceramente y
de corazón que Cristo es Dios, no hubieran negado que era consustancial
al Padre. ¿Quién se atreveré a acusar a aquellos santos varones de amigos
de controversias y disensiones, por el hecho de que por una simple palabra
se enardecieran los ánimos en la disputa hasta llegar a turbar la paz y
tranquilidad de la Iglesia? Pero aquella mera palabra daba a conocer
cuáles eran los verdaderos cristianos y cuáles los herejes.
Vino después Sabelio, el cual casi no daba importancia a las palabras
Padre, Hijo y Espíritu Santo, y decía que estos nombres no denotaban
distinción alguna, sino que eran títulos diversos de Dios, como hay otros
muchos. Si disputaban con él, confesaba que creía que el Padre era Dios,
el Hijo era Dios y el Espíritu Santo también era Dios. Pero luego encontraba
una escapatoria diciendo que no había confesado otra cosa que
si hubiera dicho que Dios es fuerte, justo y sabio; y así decía otra cosa
distinta: que el Padre es el Hijo y el Espíritu Santo es el Padre \ sin
distinción alguna. Los que entonces eran buenos maestros y amaban de
corazón [a piedad, para vencer la malicia de este hombre, le contradecían
diciendo que había que confesar que hay en un solo Dios tres propiedades;
y para defenderse con la verdad sencilla y desnuda contra sus
argucias afirmaron que hay en un solo Dios o -lo que es lo mismo - en
una sola esencia divina, una Trinidad de Personas.
5. Del sentido de las palabras sustancia, consustancial, esencia, hipóstasis
y persona, en orden a las distinciones necesarias
Por tanto, si estos nombres no han sido inventados temerariamente,
será menester guardarse de ser acusados de temeridad por rechazarlos.
Preferiría que todos estuviesen sepultados con tal de que todo el mundo
confesara que el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo son un solo Dios,
y que, sin embargo, ni el Hijo es Padre, ni el Espíritu Santo es Hijo, sino
que hay entre ellos distinción de propiedad. Por lo demás, no soy tan
riguroso e intransigente que me importe discutir solamente por palabras.
Pues pienso que los Padres antiguos, aunque procuraban hablar de estas
materias con gran reverencia, sin embargo no estaban de acuerdo todos
entre sí, e incluso algunos no siempre hablaron de la misma manera.
Porque, ¿cuáles son las maneras de hablar usadas por los Concilios, que
san Hilado excusa? ¿Qué atrevimiento no emplea a veces san Agustín?
¡Qué diferencia existe entre los griegos y los latinos! Un solo ejemplo
bastará para mostrar esta diversidad.
Los latinos, al interpretar el vocablo griego "homousios", dijeron consustancial;
con lo cual daban a entender que el Padre y el Hijo tienen
una misma sustancia, y así por "sustancia" no entendían más que esencia.
Por esta causa san Jerónimo, escribiendo a Damaso, obispo de Roma,
dice que es sacrilegio afirmar que hay en Dios tres sustancias. Pero más
de cien veces se hallará en san Hilarlo esta expresión: En Dios hay tres
sustancias.
En cuanto a la palabra "hipóstasis", ¿qué dificultad encuentra san
Jerónimo? Pues él sospecha que hay algún veneno oculto cuando se dice que hay en Dios tres "hipóstasis"; y afirma que si alguno usa esta palabra
en buen sentido, no obstante es una manera impropia de hablar. Si esto
lo dice de buena fe y sin fingimiento, y no más bien por molestar a sabiendas
a los obispos orientales, a los cuales odiaba, ciertamente que no tiene
razón al decir que en todas las escuelas profanas "usía" no significa otra
cosa que "hipóstasis"; lo cual se puede refutar por el modo corriente
de hablar. Más modesto y humano es san Agustín \ el cual, aunque
dice que esta palabra "hipóstasis" es nueva entre los latinos en este sentido,
sin embargo, no solamente permite a los griegos que sigan su manera
de hablar, sino también tolera a los latinos que la usaran. E igualmente
Sócrates, historiador eclesiástico, escribe en el libro sexto de la historia
llamada Tripartita, que los primeros que usaron esta palabra en este
sentido fueron gente ignorante. Y también san Hilario echa en cara como
un gran crimen a los herejes, que por su temeridad se ve forzado a exponer
al peligro de la palabra las cosas que el corazón debe sentir con gran devoción
2, no disimulando que es ilícito hablar de cosas inefables y presumir
cosas no concedidas. Y poco después se excusa de verse obligado
a usar palabras nuevas. Porque después de haber puesto los nombres
naturales: Padre, Hijo y Espíritu Santo, añade que todo cuanto se quiera
buscar más allá de esto supera todo lo que se puede decir, está fuera de
lo que nuestros sentidos pueden percibir y nuestro entendimiento comprender.
Y en otro lugar" ensalza a los obispos de Francia porque no
habían, ni inventado, ni aceptado, ni siquiera conocido más confesión
que la antiquísima y simplicísima que desde el tiempo de los apóstoles
había sido admitida en todas las Iglesias.
La excusa que da san Agustín es también muy semejante a ésta; a saber,
que esta palabra se inventó por necesidad a causa de la pobreza y deficiencia
de! lenguaje de los hombres en asunto de tanta importancia, no
para expresar todo lo que hay en Dios, sino para no callar cómo el Padre,
e! Hijo y el Espíritu Santo son tres. Esta modestia de aquellos santos
varones debe movernos a no ser rigurosos en condenar sin más a cuantos
no quieran someterse al modo de hablar que nosotros usamos, con tal
de que no lo hagan por orgullo, contumacia o malicia; pero a su vez consideren
ellos cuán grande es la necesidad que nos obliga a hablar de esta
manera, a fin de que poco a poco se acostumbren a expresarse como conviene.
Y cuiden asimismo, cuando hay que enfrentarse con los arrianos y
los sabelianos, que si llevan a mal que se les prive de la oportunidad de
tergiversar [as cosas, ellos mismos resulten sospechosos de ser discípulos
suyos.
Arria dice que Cristo es Dios, pero para sus adentros afirma que es
criatura y que ha tenido principio. Dice que es uno con e! Padre, pero
secretamente susurra a los oídos de sus discípulos que ha sido formado
como los demás fieles, aunque con cierta prerrogativa.
Sabelio dice que estos nombres, Padre, Hijo y Espíritu Santo no señalan
distinción alguna en Dios. Decid que son tres; en seguida protestará que
nombráis tres dioses. Decid que en la esencia una de Dios hay Trinidad de Personas, y diréis lo mismo que dice la Escritura y haréis callar a este
calumniador. Pero si hay alguno tan escrupuloso que no puede admitir
estos tres nombres, no obstante, ninguno, por más que le pese, podrá
negar que cuando la Escritura nos dice que Dios es uno debemos entender
la unidad de la sustancia, y cuando oímos decir que en la unidad de la
esencia divina hay tres, a saber, Padre, Hijo y Espíritu Santo, hemos de
entender que con esta Trinidad se menciona a las Personas. Cuando esto
se profesa de corazón y sin doblez alguna, no importarán gran cosa las
palabras. Pero hace ya tiempo que sé por experiencia que cuantos pertinazmente
se empeñan en discutir por simples palabras, alimentan dentro
de sí algún oculto veneno, de suerte que es mucho mejor provocarlos
abiertamente, que andar con medias tintas para conservar su favor y
amistad.
6. Distinción de faspropiedades. Definición de persona, esencia y subsistencia
Mas, dejando a un lado la controversia sobre meras palabras, comenzaré
a tratar el meollo mismo de la cuestión.
Así pues, por "persona" entiendo una subsistencia en la esencia de
Dios, la cual, comparada con las otras, se distingue por una propiedad
incomunicable. Por "subsistencia" entiendo algo distinto de "esencia",
Porque si el Verbo fuese simplemente Dios, san Juan se hubiese expresado
mal al decir que estuvo siempre con Dios (Jn.l, 1). Cuando luego dice
que Él mismo es Dios, entiende esto de la esencia única. Pero como quiera
que el Verbo no pudo estar en Dios sin que residiese en el Padre, de aquí
se deduce la subsistencia de que hablamos, la cual, aunque esté ligada
indisolublemente con la esencia y de ninguna manera se pueda separar
de ella, sin embargo tiene una nota especial por la que se diferencia de
la misma.
y digo también que cada una de estas tres subsistencias, comparada
con las otras, se distingue de ellas con una distinción de propiedad, Ahora
bien, aquí hay que subrayar expresamente la palabra "relacionar" o
"comparar", porque al hacer simple mención de Dios, y sin determinar
nada especial, lo mismo conviene al Hijo, y al Espíritu Santo que al
Padre; pero cuando se compara al Padre con el Hijo, cada uno se diferencia
del otro por su propiedad.
En tercer lugar, todo lo que es propio de cada uno de ellos es algo que
no se puede comunicar a los demás; pues nada de 10 que se atribuye al
Padre como nota específica suya puede pertenecer al Hijo, ni serie atribuido.
Y no me desagrada la definición de Tertuliano con tal de que se
entienda bien: que la Trinidad de Personas es una disposición en Dios
o un orden que no cambia nada en la unidad de la esencial.
7. Divinidad del Verbo


Pero antes de pasar adelante, probemos la divinidad del Hijo y del
Espíritu Santo; después veremos cómo se diferencian entre sí.
Cuando la Escritura hace mención del Verbo de Dios, sería absurdo
imaginarse una voz que solamente se articulase y desapareciese, o que se echa al aire fuera del mismo Dios, como fueron todas las profecías y
revelaciones que los patriarcas antiguos tuvieron. Más bien este vocablo
"Verbo" significa la sabiduría que perpetuamente reside en Dios, de la
cual todas las revelaciones y profecías procedieron. Porque los profetas
del Antiguo Testamento no hablaron menos por el Espíritu Santo, como
lo atestigua san Pedro (1 Pe. 1, 11), que los apóstoles y los que después
de ellos enseñaron la doctrina de la salvación. Pero como Cristo aún no
se había manifestado, es necesario entender que este Verbo fue engendrado
del Padre antes de todos los siglos. Y si aquel Espíritu, cuyos
instrumentos fueron los profetas, es el Espíritu del Verbo, de aquí concluimos
infaliblemente que el Verbo de Dios es verdadero Dios. Y esto
lo atestigua bien claramente Moisés, en la creacíón del mundo, poniendo
siempre por delante el Verbo. Porque, ¿con qué fin refiere expresamente
que Dios al crear cada cosa decía: Hágase esto o lo otro, sino
para que la gloria tie Dios, que es algo insondable, resplandeciese en
su imagen?
A los burlones y habladores les sería fácil una escapatoria, diciendo
que esta palabra en este lugar no quiere decir sino mandamiento o precepto.
Pero los apóstoles exponen mucho mejor este pasaje; dicen ellos,
en efecto, que el mundo fué creado por el Hijo (Heb.I,2) y que sostiene
todas las cosas con su poderosa Palabra, en lo cual vemos que la Palabra
o Verbo significa la voluntad y el mandato del Hijo, el cual es eterno
y esencial Verbo de Dios. Asimismo, lo que dice Salomón no encierra
oscuridad alguna para cualquier hombre desapasionado y modesto, al
presentarnos a la sabiduría engendrada de Dios antes de los siglos
(Prov. 8,22) y que presidía en [a creación de todas las cosas yen todo
cuanto ha hecho Dios \. Porque imaginarse un mandato de Dios temporal
sería cosa desatinada y frívola, ya que Dios quiso entonces manifestar
su eterno y firme consejo, e incluso algo más oculto. Lo cual
se confirma también por lo que dice Jesucristo: "Mi Padre hasta ahora
trabaja, y yo trabajo" (Jn. 5,17). Porque al afirmar que desde el principio
del mundo Él ha obrado juntamente con su Padre, declara más por
extenso lo que Moisés había expuesto brevemente. Así pues, vemos que
Dios ha hablado de tal manera en la creación de las cosas, que el Verbo
no estuvo nunca ocioso, sino que también obró, y que de esta manera la
obra es común a ambos.
Pero con mucha mayor claridad que todos habló san Juan, cuando
atestigua que aquel Verbo, el cual desde el principio estaba con Dios,
era juntamente con el Padre la causa de todas las cosas (Jn.I,3). Porque
él atribuye al Verbo una esencia sólida y permanente, y aun le señala
cierta particularidad y bien claramente muestra cómo Dios hablando ha
sido el creador del mundo. Y así como todas las revelaciones que proceden
de Dios se dice con toda razón que son su palabra, de la misma
manera es necesario que su Palabra sustancial, que es [a fuente de todas
las revelaciones, sea puesta en el supremo lugar; y sostener que jamás
está sujeta a ninguna mutación, sino que perpetuamente permanece en
Dios en un mismo ser, y ella misma es Dios.
8. Eternidad del Verbo
Aquí gruñen ciertas gentes, las cuales, no atreviéndose claramente a
quitarle su divinidad, le despojan en secreto de su eternidad. Porque
dicen que el Verbo comenzó a existir cuando Dios en la creación del
mundo abrió su sagrada boca. Pero hablan muy inconsideradamente al
decir que ha habido en la sustancia de Dios cierta mutación. Es verdad
que los nombres y títulos que se refieren a la obra externa de Dios se le
comenzaron a atribuir conforme la obra comenzó a existir - como cuando
es llamado creador del cielo y de la tierra -, pero la fe no reconoce ningún
nombre ni admite ninguna palabra que signifique que algo se ha innovado
en Dios mismo. Porque si alguna cosa nueva le hubiera sobrevenido, no
podría ser verdad lo que dice Santiago: ..... Todo don perfecto desciende
de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra
de variación" (Sant, 1,17). Por tanto, nada se puede consentir menos que
imaginar un principio del Verbo, que siempre fue Dios y después creó
el mundo.
Pero ellos piensan que argumentan sutilmente al decir que Moisés,
cuando narra que Dios habló, quiere decir que antes de aquel momento
no había en Dios palabra ninguna. Sin embargo, no hay nada más insensato
que esto, pues no se sigue ni se debe concluir: esto comenzó a
manifestarse en tal tiempo, luego antes no existía. Yo concluyo exactamente
al revés, o sea: puesto que en el mismo instante en que Dios dijo:
sea hecha la luz, apareció y se demostró la virtud del Verbo, por consiguiente
el Verbo existía mucho antes. Y si alguno pregunta cuánto
tiempo antes, no encontrará en ello principio alguno, porque ni aun el
mismo Jesucristo fija tiempo cuando dice: "Padre, glorif'ícame tú para
contigo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese"
(Jn.17,5). Y san J uan no se olvidó de probar esto mismo, porque antes
de hablar de la creación del mundo dice que el Verbo existió desde el
principio con Dios.
De nuevo, pues, concluyo que el Verbo que existió antes del principio
del tiempo concebido en Dios, residió perpetuamente en Él; por donde
se prueban claramente la eternidad del Verbo, su verdadera esencia y su
divinidad.
9. Testimonios de la Escritura sobre la divinidad de Jesucristo
y aunque no quiero mencionar ahora la persona del Mediador, porque
dejo el tratar de ello para el lugar donde se hablará de la redención,
sin embargo, como todos sin contradicción alguna deben tener por cierto
que Jesucristo es aquel mismo Verbo revestido de carne, los mismos
testimonios que confirman la divinidad de Jesucristo tienen mucho peso
para nuestro actual propósito.
Cuando en el Salmo 45,6 se dice: "Tu trono, oh Dios, es eterno y para
siempre", los judíos lo tergiversan diciendo que el nombre de "Elohirn",
que usa en este lugar el Profeta, se refiere también a los ángeles y a los
hombres constituidos en autoridad. Pero yo respondo que en toda la
Escritura no hay lugar semejante en el que el Espíritu Santo erija un trono
perpetuo a criatura alguna. Ni tampoco aquel de quien se habla es llamado
simplemente Dios, sino además Dominador eterno. Asimismo a nadie más que a Dios se da este título de "Elohim" sin adición alguna; como
por ejemplo se llama a Moisés el dios del Faraón (Éx. 7,1). Otros interpretan:
tu trono es de Dios; interpretación sin valor alguno. Convengo
en que muchas veces se llama divino a lo que es excelente, pero por el
contexto se ve claramente que tal interpretación sería muy dura y forzada
y que no puede convenir a ello en manera alguna.
Pero aunque no se pueda vencer la obstinación de tales gentes, lo que
Isaias testifica de Jesucristo: que es Dios y que tiene suma potencia
(Is. 9,6), lo cual no pertenece más que a Dios, está bien claro. Taro bién
aquí objetan los judíos y leen esta sentencia de esta manera: éste es el
nombre con que lo llamará el Dios fuerte, el Padre del siglo futuro, etc.
y así quitan a Jesucristo todo lo que en esta sentencia se dice de Él, y no
le atribuyen más que el título de Príncipe de paz. Pero, ¿por qué razón
se habrían de acumular en este lugar tantos títulos y epítetos del Padre,
puesto que el intento del profeta es adornar a Jesucrísto con títulos
ilustres, capaces de fundamentar nuestra fe en Él? No hay, pues, duda
de que es llamado aquí Dios fuerte por la misma razón por la que poco
antes fue llamado Emmanuel.
Pero no es posible hallar lugar más claro que el de Jeremías cuando
dice que "éste será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia
nuestra" (Jer. 23,6). Porque, corno quiera que los mismos j ud íos afirman
espontáneamente que los demás nombres de Dios no son más que epítetos,
y que sólo el nombre de Jehová, al que ellos llaman inefable, es
sustantivo que significa la esencia de Dios, de ahí concluyo que el Hijo
es el Dios único y eterno, que afirma en otro lugar que no dará su gloria
a otro (ls.42,8). Los judíos buscan también aquí una escapatoria,
diciendo que Moisés puso este mismo nombre al altar que edificó, y que
Ezequiel llamó así a la nueva Jerusalem. Pero, ¿quién no ve que aquel
altar fue erigido como recuerdo de que Dios había exaltado a Moisés,
y que Jerusalem es llamada con el nombre mismo de Dios sencillamente
porque en ella residía Él? Porque el profeta se expresa asi: "Y el nombre
de la ciudad desde aquel día será Jehová-sama"! (Ez.48,35). Y Moisés
dice: "Edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nisi"2 (Éx.17,15).
Pero mayor aún es la disputa con los judíos respecto a otro lugar de
Jeremías, en el cual se da este mismo título a Jerusalem: "Y se le llamará:
Jehová, justicia nuestra" (Jer. 33, 16). Pero está tan lejos este testimonio
de oscurecer la verdad que aquí mantenemos, que antes al contrario
ayuda a confirmarla. Porque habiendo dicho antes Jeremías que Cristo
es el verdadero Jehová del cual procede la justicia, ahora dice que la
Iglesia sentirá con tanta certeza que es así, que ella misma se podrá
gloriar con este mismo nombre. Así que en el lugar primero se pone la
causa y fuente de la justicia, y en el segundo se añade el efecto.
10. El ángel del Eterno
Y si esto no satisface a los judíos, no veo cómo ellos podrán interpretar
lo que se lee en la Escritura con tanta frecuencia, en la cual vemos que el nombre Jehová es atribuido a un ángel. Dícese que un ángel se
apareció a los patriarcas del Antiguo Testamento (Jue. 6, 11). El mismo
ángel se atribuye el nombre del Dios eterno. Si alguno responde que
esto se dice por respeto a la persona que el ángel representa, no resuelve
la dificultad. Porque un siervo no permitiría jamás que se le ofreciesen
sacrificios para quitar la honra que se debe a Dios; en cambio el ángel,
después de haberse negado a probar el pan, manda que se ofrezca sacrificio
a Jehová, y luego prueba realmente que es el mismo Jehová (Jue.
13,16). Y así Manoa y su mujer comprenden por esta señal que no solamente
vieron al ángel, sino también a Dios, por lo cual exclaman:
"Moriremos, porque a Dios hemos visto" (Jue.13,22). Y cuando la mujer
responde: "Si Jehová nos quisiera matar, no aceptaría de nuestras manos
el holocausto y la ofrenda" (Jue.13,23) ciertamente confiesa que es
Dios aquel que antes fue llamado ángel. Y lo que es más, la misma
respuesta del ángel quita toda duda: "¿Por qué me preguntas por mi
nombre, que es admirable?" (Ibid. v. 18). Por ello es abominable la impiedad
de Servet cuando se atreve a decir que jamás se manifestó Dios
a Abraham ni a los otros patriarcas, sino que en vez de a Él, adoraron a
un ángel. Pero muy bien y prudentemente los doctores antiguos interpretaron
que este ángel principal fue el Verbo eterno de Dios. el cual
desde entonces comenzaba a ejercer el oficio de Mediador. Porque, si bien
el Hijo de Días no se había revestido aún de carne humana, sin embargo
descendió, como un tercero, para acercarse con más familiaridad a los
fieles. Y así, a esta comunicación le dío el nombre de ángel, conservando,
sin embargo, lo que era suyo, a saber, ser Dios de gloria inefable. Lo
mismo quiere decir Oseas, quíen después de haber contado la lucha de
Jacob con el ángel, dice: "Mas Jehová es Dios de los ejércitos; Jehová
es su nombre" (Os. 12,5). Servet gruñe otra vez; diciendo que esto fue
porque Dios había tomado la forma de un ángeL Como si el profeta no
confirmase lo que antes había dicho Moisés: "¿Por qué me preguntas
por mi nombre?". Y la confesión del santo patriarca aclara suficientemenle
que no había sido un ángel creado, sino Aquel en quien plenamente
residia la divinidad, cuando dice: "Vi a Dios cara a cara" (Gn. 32, 29~30).
En lo cual conviene con lo que dice san Pablo: que Cristo fue el guía
del pueblo en el desierto (l Cor. 10,4). Porque aunque no habia llegado
la hora de humillarse y someterse, no obstante aquel Verbo eterno dio
ya entonces muestra del oficio que le estaba destinado. Igualmente, si se
considera sín pasión alguna el capítulo segundo de Zacarías, el ángel
que envía al otro ángel es en seguida llamado Dios de los ejércitos y se
le atribuye sumo poder.
Omito citar infinitos testimonios, que plenamente aseguran nuestra
fe, aunque los judíos no se conmuevan gran cosa con ellos. Cuando se
dice en Isaías: "He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos
salvará" (Is. 25,9), todas las personas sensatas ven que aquí claramente
se habla del Redentor, que debía levantarse para librar a su pueblo. Yel
que repita dos veces lo mismo con palabras de tanto peso, no deja opción
para aplicar esto sino a Cristo. Y aún más claro es el testimonio de Malaquías,
en el que promete que el Dominador, que entonces se esperaba,
vendría a su templo (Mal. 3, 1). Es de todos conocido que el templo de Jerusalem jamas fue dedicado a nadie más que a aquel que es único y
supremo Dios; y sin embargo el profeta concede su posesión a Cristo;
de donde se sigue que Él es el mismo Dios a quien siempre adoraron
los judíos,
11. Los apóstoles aplican a Jesucristo lo que se ha dicho del Dios eterno
En cuanto al Nuevo Testamento, esta todo él lleno de innumerables
testimonios; por tanto, procuraré mas bien entresacar algunos, que no
amontonarlos todos. Y aunque los apóstoles hayan hablado de Él después
de haberse mostrado en qrne como Mediador, sin embargo, cuanto yo
cite viene a propósito para probar su eterna divinidad.
En cuanto a lo primero hay que advertir grandemente, que cuanto
habia sido antes dicho del Dios eterno, los apóstoles enseñan que, o se
ha cumplido ya en Cristo, o se cumplirá después. Porque cuando Isaias
profetiza que el Señor de los ejércitos sería a los judíos y a los israelitas
piedra de escandalo, y piedra en que tropezasen (Is. 8,14), san Pablo
afirma que esto se cumplió en Cristo, de quien muestra por el mismo texto
que Cristo fue aquel Señor de los ejércitos (Rom. 9,29). Del mismo
modo. en otro lugar, dice: "Todos compareceremos ante el tribunal de
Cristo. Porque escrito está: ... ante mí se doblará toda rodilla, y toda
lengua confesará a Dios" (Rom. 14, 10--11); y puesto que Dios, por Isalas
(ls.45,23), dice esto de si mismo y Cristo muestra con los hechos que
esto se cumple en Él, síguese por lo mismo que Él es aquel Dios, cuya
gloria no se puede comunicar a otro. Igualmente lo que el Apóstol cita
del salmo en su carta 1I. los efesios conviene sólo a Dios: "Subiendo a lo
alto, llevó cautiva la cautividad" (Ef.4,8). Porque quiere dar a entender
que este ascender había sido tan sólo figurado cuando Dios mostró su
potencia dando una notable victoria a David contra los infieles, pero que
mucho más perfecta y plenamente se manifestó en Cristo. Y de acuerdo
con esto san Juan atestigua que fue la gloria del Hijo la que Isaías había
visto en su visión, aunque el profeta dice que la majestad de Dios fue lo
que se le reveló (Jn. I , 14; Is. 6, 1). Además, los testimonios que el Apóstol
en la carta a los Hebreos atribuye al Hijo, evidentemente no pueden
convenir más que a Dios: "Tú, Señor, en el principio fundaste la tierra,
y los cielos son obra de tus manos". "Adórenle todos los án geles de
Dios" (Heb.I,6. 10). Y cuando él aplica estos testimonios a Cristo, no
los aplica sino en su sentido propio, porque todo cuanto allí se profetizó
se cumplió solamente en Jesucristo. Pues Él fue el que levantándose se
apiadó de Sión; Él quien tomó posesión de todas las gentes y naciones
extendiendo su reino por doquier. ¿Y por qué san Juan iba a dudar en
atribuir la majestad de Dios a Cristo, cuando él mismo habia dicho antes
que el Verbo había estado siempre con Dios? (Jn.l, 14). ¿Por qué iba a
temer san Pablo sentar a Cristo en el tribunal de Dios, habiendo antes
dado tan clarísimo testimonio de su divinidad, cuando dijo que era Dios
bendito para siempre? (2 Coro5, 10; Rom. 9,5). Y para que veamos cómo
el Apóstol está plenamente de acuerdo consigo mismo, en otro lugar
dice que "Dios fue manifestado en carne" (1 Tim, 3,16). Si Él es el Dios
que debe ser alabado para siempre, siguese luego que, como dice en otro
lugar, es Aquel a quien sólo se debe toda gloria y honra (1 Tim. l , 17).
y esto no lo disimula, sino que lo dice con toda claridad: "siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo" (Flp.2,6--7). Y para que los impíos no
murmurasen diciendo que era un Dios hecho de prisa, san Juan continúa:
"Éste es el verdadero Dios, y la vida eterna" (1 Jn. 5,20). Aunque nos
debe ser más que suficiente ver que es llamado Dios, y principalmente
por boca de san Pablo, el cual claramente afirma que no hay muchos
dioses, sino uno sólo; dice así: "Pues aunque haya algunos que se llamen
dioses, sea en el cielo, o en la tierra ... para nosotros, sin embargo, sólo
hay un dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas" (1 COL8, 5.6).
Cuando oimos por boca de este mismo apóstol que "Dios fue manifestado
en carne" (1 Tim.3, 16), y que con su sangre adquirió la Iglesia,
¿por qué nos imaginamos un segundo Dios al cual él no conoce? Y no
hay duda que los fieles entendieron esto de esta manera. Tomás, confesando
que Él era su Dios y Señor, declara que es aquel único y solo Dios
a quien siempre habia adorado (Jn. 20,28).
12. La divinidad de Jesucristo mostrada por sus obras
Igualmente, si juzgamos su divinidad por las obras que en la Escritura
se le atribuyen, ella aparecerá mucho más claramente. Porque cuando
dijo que Él desde el principio hasta ahora obraba juntamente con el
Padre (Jn. 5,17), los judíos, bien que por otro lado eran muy torpes,
sintieron que con estas palabras se atribula a sí mismo potencia divina.
Ypor esta causa, como relata san Juan, procuraban con mayor diligencia
que antes matarlo; porque no solamente quebrantaba el sábado, sino que
además decía que Dios era su Padre, haciéndose igual a Dios (J n. 5,18).
¿Cuál, pues, no será nuestra torpeza, si no entendemos plenamente su
divinidad? Ciertamente que regir el mundo con su providencia y potencia
y gobernarlo todo conforme a su voluntad, según dice el Apóstol que es
propio de Él (Heb.l,3), no lo puede hacer más que el Creador. Y no
solamente le pertenece el gobernar el mundo, como al Padre, sino también
todos los otros oficios que no pueden ser comunicados a las criaturas,
El Señor anuncia por el profeta: "Yo soy el que borro tus rebeliones por
amor de mí mismo" (ls.43,25). Como los judíos, según esta sentencia,
pensasen que Jesucristo hacía injuria a la honra de Dios, ovéndole decir
que perdonaba los pecados, Él no solamente afirmó con su palabra que
poseía esta autoridad, de perdonar los pecados, sino que además la con'
firmó con un milagro (Mí. 9,6). Vemos, pues, que Jesucristo, no solamente
tiene el ministerio de perdonar los pecados, sino también la autoridad,
la cual dice Dios que nadie más que Él mismo puede tener. ¿Pues
qué? ¿No es propio y exclusivo de Dios entender y penetrar los secretos
pensamientos de los corazones de los hombres? (rvH.9,4). También esto
lo ha tenido Jesucristo; de donde se concluye su divinidad.
13. Los milagros de Jesucristo prueban su divinidad
y si hablamos de sus milagros, clara y evidentemente ha manifestado
su divinidad con ellos. Y aunque admito que los profetas y los apóstoles
los han obrado también, sin embargo existe una gran diferencia, ya que
ellos solamente han sido ministros de los dones de Dios, pero Jesucristo
los hizo con su propia virtud. Es cierto que algunas veces oró para atribuir
la gloria al Padre (1n. 11,41); pero la mayoría de las veces demostró tal
autoridad por sí mismo. ¿Y cómo no iba a ser verdadero autor de milagros
el que por su propia autoridad da a otros el poder de hacerlos?
Porque el evangelista cuenta que Él dio a los apóstoles el poder de
resucitar los muertos, de curar los leprosos, de echar los demonios,
etc. (Mt.1O,8). Y los apóstoles han usado de él de tal manera que
claramente mostraron que no tenían la virtud de hacer milagros sino
por Jesucristo: "En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda"
(Hch. 3,6). No hay, pues, por qué maravillarse, si Jesucristo, para mostrar
la incredulidad de los judíos les ha echado en cara los milagros que hizo
entre ellos (Jn. 5,36; 14, l 1), pues habiéndolos obrado por su virtud, daban
testimonio más que suficiente de su divinidad. Y además de esto, si fuera
de Dios no hay salvación alguna, ni justicia, ni vida, y Cristo encierra
en sí todas estas cosas, es evidente que es Dios. Y no hay razón para que
alguno me arguya diciendo que todo esto se lo concedió Dios, pues no
se dice que recibió el don de la salvación, sino que Él mismo es la salvación.
Y aunque ninguno es bueno, sino sólo Dios (Mt.19, 17), ¿cómo
podría ser un puro hombre, no digo bueno y justo, sino la misma bondad
y justicia? ¿Y qué diremos a lo que el evangelista dice: que desde el
principio del mundo la vida estaba en Él, y que Él siendo vida era también
la 1uz de los hombres? (J n. 1,4).
Cristo exige nuestra fe )' nuestra esperanza. Por tanto, teniendo nosotros
tales experiencias de su majestad divina, nos atrevemos a poner
nuestra fe y esperanza en Él, no obstante saber que es una horrible blasfemia
el que alguien ponga su confianza en criatura alguna. Él dice:
"Creéis en Dios, creed también en mí" (Jn. 14,1). Y así expone san Pablo
dos textos de Isaías: "Todo aquél que en él creyere, no será avergonzado"
(ls. 28, 16; Rom. 10, 11). Y: "Estará la raíz de Isaí, y el que se levantará
a regir los gen ti les; los gentiles esperarán en él" (Is. II , 10; Rom. 15, 12).
¿Mas a qué citar más testimonios, cuando tantas veces se dice en la
Escritura: "El que cree en mí tiene vida eterna"? (Jn, 6, 47).
El homenaje de la oración le es debido. Además de esto, también le
pertenece a Cristo la invocación, que proviene de la fe; lo cual sin embargo,
pertenece solamente a la majestad divina, si hay algo que le
convenga con plena propiedad. Porque dice el profeta: "Y todo aquel
que invocare el nombre de Jehová será salvo" (JI. 2, 32). Y así mismo
Salomón dice: "Torre fuerte es el nombre de Jehová; a él correrá el
justo, y será levantado" (Prov. 18, lO). Ahora bien, el nombre de Cristo
es invocado para la salvación, luego Él mismo es Dios. Ejemplo de que
Cristo ha de ser invocado lo tenemos en Esteban, que dice: "Señor Jesús,
recibe mi espíritu" (Hch.7,59); y después en toda la Iglesia cristiana,
según lo atestigua Ananias en el mismo libro: "Señor, he oído de muchos
acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos" (Hch. 9, 13).
Y para que se entienda más claramente que toda la plenitud de la divinidad
habita corporalmente en Cristo (Col. 2,9), el Apóstol afirma que
él no quiso saber entre los corintios otra doctrina sino conocer a Cristo,y que no predicó otra cosa ninguna sino a Cristo solo (1 Coro2, 2). ¿Qué
cosa es ésta tan grande de no predicar otra a los fieles sino a Jesucristo,
a los cuales les prohíbe que se gloríen en otro nombre que el Suyo?
¿Quién se atreverá a decir que Cristo es una mera criatura, cuando su
conocimiento es nuestra única gloria?
Tampoco carece de importancia que el apóstol san Pablo, en los saludos
que acostumbra a poner al principio de sus cartas, pida los mismos
beneficios a Jesucristo, que los que pide al Padre. Con lo cual nos enseña,
que no solamente alcanzamos del Padre los beneficios por su intercesión
y medio, sino que también el mismo Hijo es el autor de ellos por tener la
misma potencia que su Padre. Esto que se funda en la práctica y en
la experiencia, es mucho más cierto y firme que todas las ociosas especulaciones,
porque el alma fiel conoce sin duda posible y, por así decirlo,
toca con la mano la presencia de Dios, cuando se siente vivificada,
iluminada, justificada y santificada."

lunes, 25 de julio de 2011

Profetas

Hermanos, quiero compartir con uds lo que me han enseñado en el instituto bíblico con respecto a los profetas pre y post-exílicos, iré compartiendo de a poco. Anhelo que les sean de bendición, como lo ha sido para mi, y que por medio del conocimiento de las Escrituras, de la persona de nuestro Padre y Señor y con la iluminación del Espíritu Santo puedan discernir quienes son los falsos profetas de la actualidad que nuestro amado Jesús nos ha alertado. También es edificante conocer la historia de los sucesos y que podamos ubicarnos en tiempo, gobiernos, lugares geográficos para tener un mayor provecho en la comprensión de toda la Palabra. Que el Señor los bendiga, guarde y guíe.

Introducción

1. LOS PROFETAS
A. Definición
B. La función de los profetas
C. Señales distintivas de los profetas

A.Definición: veamos los diferentes términos que usa la biblia para la tarea de profetizar.

*"Ro´eh" y "hozeh": el primer término aparece doce veces en el AT y hozeh dieciocho veces. Ambos derivan de verbos que son prácticamente sinónimos y que significan "ver". De ahí es que surge la palabra "vidente". Por ej: 1Sam 9.11

* "Ish elohim" que se traduce "varón de Dios" (1Rey 13, Dt 33.1, 1Sam 9.6, 2Rey 4.9)

*"Nabhi" es el término preferencial para profeta en el AT. Como sustantivo aparece más de 300 veces. Como su etimología es incierta, el significado es deducido del uso que le da el AT. El pasaje que mejor refleja el significado de esta palabra es el de Éxodo 7.1, visto a la luz del llamamiento de Moisés para sacar al pueblo de Egipto (Éxodo 4.10-16). La objeción a ese llamado por parte de Moisés se basó, entre otras, en no saber hablar. Ahí Dios le da a su hermano Aarón para que fuera su "profeta".
"Y él hablará por ti al pueblo, él te será a ti en lugar de boca,y tú serás para él en lugar de Dios" (Ex. 4.6), y luego Dios le dijo: "Y´tu hermano Aarón será tu profeta (nabhi)"(Ex. 7.1)
Este es el principal significado del término profeta. De este modo, la médula de la profecía hebrea no es la predicción o una reforma social, sino la declaración de la voluntad de Dios. Como es el caso de los siguientes pasajes:

"Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare." Dt 18.18

"Entonces respondió Amós, y dijo a Amasías: No soy profeta, ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y recojo higos silvestres. Y Jehová me tomó de detrás del ganado, y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel." Amós 7.14-15

Entonces, el hecho de profetizar constaba básicamente de dos partes:
*Recibir de Dios una revelación
*y luego, comunicar el mensaje dado por Dios.

Por lo tanto, el profeta era alguien que recibía un mensaje de Dios y lo comunicaba. En otras palabras, se convertía en el vocero de Dios.

B. La función de los profetas

Por medio de la predicación, poniéndose a si mismos como ejemplos o tomando objetos para demostrar el mensaje, los profetas tenían la misión de:

a)Reformar, no instituir una nueva enseñanza. La enseñanza ya estaba dada en forma clara de parte de Dios, pero al profeta le cabía la misión de recordarla al pueblo de tal forma que se arrepintieran y la volvieran a cumplir.
b)Demostrar la urgencia de ajustarse a las normas de la ley. No se dedicaron a enseñar la ley, sino a urgir a que el pueblo se ajustara a estas normas.
c)Ser ejemplo de la actitud correcta (Ej: "Por fortaleza te he puesto en mi pueblo, por torre; conocerás, pues, y examinarás el camino de ellos."Jeremías 6.27)
d)Servir de centinelas, es señalar con el dedo la conducta indebida en cualquier área y advertir a los infractores de los castigos y juicios que podría ocasionarles tal actitud. (Ej: "Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte."Ezequiel 3.17)
e)Aunque no era su tarea principal, oficiaban de intercesores (Ej: "Entonces respondiendo el rey, dijo al varón de Dios: Te pido que ruegues ante la presencia de Jehová tu Dios, y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada. Y el varón de Dios oró a Jehová, y la mano del rey se le restauró, y quedó como era antes. "1Reyes 13.6)

C. Señales distintivas de los profetas

Como es evidente en una nación apóstata, también en los oficios religiosos se daba la apostasía. Como tal, también tenían falsos profetas. Había por lo tanto señales distintivas que diferenciaban entre los verdaderos y los falsos.
Los verdaderos profetas:
a)Recibían sus mensajes de Dios mientras que los falsos eran los que decían: "Así ha dicho el Señor Jehová, cuando Jehová no había hablado" Ezequiel 22.28
b)Tenían un llamado especial para este ministerio, mientras que los falsos no lo tenían. Por ejemplo:
"Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones."
c)Tenían una profunda convicción del llamado de Dios. De los falsos Dios dice: "No los envié,ni les mandé, ni les hablé" Jeremías 14.14
d) No empleaban la adivinación. (Dt 18.9-14)
e)Los falsos daban mensajes que promovían los gustos del pueblo, paz y tranquilidad y nunca hablaban de juicio.
"Y curaron la herida de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz." Jeremías 8.11
f)Los falsos profetas declaraban cosas buenas a los que les pagaban y cosas malas a los que no les daban de comer
"Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él" Miqueas 3.5
"Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros." Miqueas 3.11
El verdadero carácter del falso profeta siempre salía a la luz. En cambio los verdaderos siempre se caracterizaban por la honestidad e integridad.
g)Los verdaderos profetas tenían una comunión vital y constante con Dios.
"Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra." 1Reyes 17.1
Se destacaban por ser personas de constante, poderosa y ferviente oración.
"Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto. "Santiago 5.17-18
h)La disposición de afrontar dificultades: los verdaderos profetas estaban dispuestos a sufrir y negarse a si mismos hasta el punto de perder la vida, con tal de llevar el mensaje de forma sincera y sin recortes al pueblo.
"y dirás: Así ha dicho el rey: Echad a éste en la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz." 1Reyes 22.27
i)Tenían conciencia bien establecida de la presencia de la autoridad divina detrás de sus personas, ministerios y mensajes. Ej: 1Reyes 17.1
j)Armonía del mensaje: el mensaje del verdadero profeta siempre estaría de acuerdo con lo que se conocía de la ley.
"Entonces se levantaron algunos de los ancianos de la tierra y hablaron a toda la reunión del pueblo, diciendo: Miqueas de Moreset profetizó en tiempo de Ezequías rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque. ¿Acaso lo mataron Ezequías rey de Judá y todo Judá? ¿No temió a Jehová, y oró en presencia de Jehová, y Jehová se arrepintió del mal que había hablado contra ellos? ¿Haremos, pues, nosotros tan gran mal contra nuestras almas?"Jeremías 26.17-19
k)Cumplimiento de la profecía: los verdaderos profetas serían reconocidos por el cumplimiento de una profecía sobre eventos futuros cercanos:

"Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él."Deuteronomio 18.21-22

l)Autenticación por medio de milagros: aunque limitada en su aplicación, muchas veces los milagros confirmaban el ministerio de los verdaderos profetas:
"Esperad aún ahora, y mirad esta gran cosa que Jehová hará delante de vuestros ojos."
1Samuel 12.16
m)Discernimiento espiritual: las personas que tenían discernimiento espiritual podían diferenciar fácilmente entre el verdadero y el falso profeta.

tomado del estudio realizado por Esteban Beitze

sábado, 23 de julio de 2011

Doctrina de los dones espirituales

CAPITULO 65,"Teología Básica" por Charles Ryrie

LOS DONES DEL ESPIRITU
La doctrina de los dones espirituales es casi exclusivamente paulina; el único uso de la palabra fuera de los escritos de Pablo se halla en 1 Pedro 4:10. El pasaje importante de Efesios 4 le atribuye el dar los dones al Cristo resucitado y ascendido.
El pasaje importante de 1 Corintios 12 enfatiza la obra del Espíritu como el dador de los dones. El otro pasaje principal, Romanos 12, no especifica el agente. Puesto que solamente mencionamos brevemente el ministerio de Cristo con relación a Su entrega de dones a Su cuerpo al tratar de la cristología, veremos la doctrina en detalle aquí.

I. LA DEFINICION DE LOS DONES ESPIRITUALES
A. Qué ha de entenderseLa palabra que designa los dones espirituales (charisma), obviamente relacionada con la palabra empleada para expresar gracia, significa algo que se debe a la gracia de Dios. El uso de la palabra en el Nuevo Testamento abarca desde la dádiva
de la salvación (Romanos 6:23), hasta el don del cuidado providencial de Dios (2 Corintios 1:11), y el uso más frecuente relacionado con los dones de gracia al creyente. Cuando se usa con esta última connotación, yo sugiero que un don espir itual es una habilidad dada por Dios para servicio.
En esta definición propuesta, el sinónimo para don es habilidad. Un don espiritual es una habilidad. “Dada por Dios” nos recuerda que Cristo y el Espíritu son los dadores de los dones, y “para el servicio” intenta captar el énfasis que se halla en los pasajes centrales de que los dones han de usarse en servir al cuerpo de Cristo.
Aunque existe una cercana analogía entre los dones espirituales y los talentos (ciertamente ambos son dados por Dios, 1 Corintios 4:7), los talentos, por ejemplo, pueden o no ser usados para servir al cuerpo.
B. Lo que no ha de entenderse
1. Un don espiritual no es un lugar de servicio. El don es la habilidad, no donde se ejerce la misma. Se puede enseñar
dentro o fuera del ámbito de un aula formal, y en cualquier país del mundo. Es posible ayudar en la iglesia o en el vecindario.
2. Un don espiritual no es un oficio. El don es la habilidad y se puede ejercer tenga uno o no un oficio en la iglesia local. Con relación a esto existe mucha confusión en cuanto al don de pastor. El don es la habilidad de pastorear a las personas.
Esto lo puede hacer una persona que ocupa lo que llamamos, en nuestra eclesiología moderna, el oficio del pastorado. O lo puede hacer un superintendente de hombres o una superintendente de mujeres en una escuela. O lo puede hacer una esposa y madre en la casa.
3. Un don espiritual no es un ministerio a un grupo de edad específica. No hay un don de ministrar a jóvenes, o a niños. Todas las edades necesitan el servicio de pastores, maestros, administradores, ayudantes, etcétera.
4. Un don espiritual no es la técnica de una especialidad. No hay don espiritual de escribir o de educación cristiana o de música. Estas son técnicas en las cuales se pueden usar los dones espirituales.
5. Un don espiritual es diferente de un talento natural. Ya he mencionado que un talento puede ser usado o no para servir al cuerpo de Cristo, mientras que un don espiritual sirve positivamente. Notemos algunos contrastes adicionales entre los dones espirituales y los talentos naturales:

TALENTOS NATURALES
*Dados por Dios a través de los padres
*Dados en el nacimiento
*Para beneficiar a la humanidad en general
DONES ESPIRITUALES
*Dados por Dios independiente de los padres
*Obviamente dados en la conversión
*Para beneficiar al cuerpo en particular

Así que, un don espiritual es una habilidad dada por Dios para servir al cuerpo de Cristo dondequiera y comoquiera El dirija.

II. LA DISTRIBUCION DE LOS DONES ESPIRITUALES
A. Son distribuidos por el Cristo resucitado y ascendido (Efesios 4:11)
El hecho de que la Cabeza del cuerpo le da dones a Su cuerpo eleva el uso de los dones a un nivel alto y santo. Estos son Sus dones, que nos son confiados porque El necesita que nosotros los usemos para edificar Su cuerpo. ¡Qué dignidad le da
esto aun a lo que parece ser la obra de más humilde!
B. Son distribuidos por el Espíritu Santo de acuerdo a Su voluntad (1 Corintios 12:11, 18)
¿Por qué le da El un don específico a un creyente? Porque El es quien mejor sabe lo que el cuerpo necesita y lo que le conviene a cada creyente para servicio. Si así lo creyéramos, esto impediría que nos quejáramos de no ser como otra persona, y debiera motivarnos a usar al máximo lo que Dios nos ha dado.
¿Cuándo nos da el Espíritu Santo Sus dones? Es muy probable que en la conversión. Si son dones del Espíritu, y no
tenemos el Espíritu hasta la conversión, entonces es de suponer que Sus dones se den en ese tiempo. Puede que no descubramos
todos los dones que nos fueron dados al momento de la salvación, pero yo me inclino a pensar que los tenemos todos en ese tiempo. A medida que crecemos, otros dones pueden salir a la luz para ser usados en diferentes tiempos de nuestra vida, pero es lo más probable que los poseamos todos desde la conversión. Quizás no podamos decir qué combinación
particular de dones tenemos hasta que miremos retrospectivamente a nuestras vidas y veamos cuáles Dios ha usado en todos nuestros días.
C. Son distribuidos a todos los creyentes
Ningún creyente está sin a lo menos un don espiritual. Pedro afirma claramente que todos tienen por lo menos uno (1 Pedro 4:10). Cada creyente es soltero o casado, y ambos estados son llamados dones espirituales (1 Corintios 7:7). Posiblemente muchos creyentes también tienen los dones de ayudas o de servir.
Pero ningún creyente tiene todos los dones. Si así fuese, entonces la metáfora en 12:12–27 no tuviera sentido. Si algún creyente poseyera todos los dones, entonces no necesitaría de otros creyentes. El sería la mano, el pie, el ojo y el oído —el cuerpo entero, lo cual es imposible—. Los creyentes necesitan de otros creyentes simplemente porque ninguno posee todos
los dones.
D. Son distribuidos al cuerpo de Cristo como un todo
Con esto quiero enfatizar que una congregación no debe esperar que todos los dones estén representados en ella. Su estado de crecimiento y madurez puede que no lo requiera. Dios conoce lo que cada grupo necesita, y se ocupará de suplir adecuadamente.
También digo que no toda generación ha de esperar necesariamente tener todos los dones. Un don dado una vez es un don dado al cuerpo entero de Cristo. Dios concedió los dones fundamentales de apóstoles y profetas al principio (Efesios 2:20). Después que el fundamento fue puesto por aquellos que emplearon esos dones, otros dones fueron necesarios. Pero
en el siglo veinte todavía nos estamos beneficiando de esos dones fundamentales y edificándonos sobre los mismos. Fueron dados en el primer siglo al cuerpo entero a través de todos los siglos. Ninguna generación ha sido menoscabada. El Espíritu le da a la iglesia como El desea, y conoce exactamente lo que cada creyente, cada congregación, y cada generación
necesita. (Una de las presentaciones más equilibradas y concisas de toda esta doctrina es, de William J. McRae, The Dynamics of Spiritual Gifts [Grand Rapids: Zondervan, 1976], 144 pp.)


III. EL DESCUBRIMIENTO Y DESAROLLO DE LOS DONES ESPIRITUALES
El “peligro del péndulo” opera con relación a los dones espirituales. Un movimiento del péndulo expone la idea de que los dones espirituales son esencialmente inadecuados para el servicio cristiano hoy en día porque fueron dados a la iglesia primitiva y el único asunto importante hoy en día es la madurez, no los dones. Al moverse para el lado opuesto se halla el
énfasis de que uno no puede ni aun comenzar a servir a no ser que esté seguro de su(s) don(es) espiritual(es). Si los dones espirituales fueron dados solamente a la iglesia primitiva o si son inadecuados para el servicio hoy en día, entonces ¿por qué aparecen en los libros del Nuevo Testamento escritos para la segunda generación de creyentes y para los que vivieron
en todas partes del Imperio Romano? (Efesios y 1 Pedro). Además, puesto que los dones son necesarios para que el cuerpo de Cristo funcione correctamente, ¿cómo sería posible que no se den hoy y aún se mantenga el funcionamiento correcto?
Por otro lado, si un creyente tiene que saber el (los) don(es) espiritual(es) que tiene antes de servir, entonces ¿por qué no se manda en algún lugar que uno descubra sus dones espirituales? A todos se nos manda que usemos nuestro don (1 Pedro 4:10—“minístrelo”). Ningún texto dice que tenemos que saber qué don tenemos antes de ser capaz de servir. Aun así me arriesgaré a usar la palabra descubrimiento en el título de esta sección a fin de animar al lector a que use el don que posee.
A. Infórmese de cuantos dones haya en su vida
Existen tres categorías de dones en la vida de todo cristiano.
1. Habilidades naturales. Dadas por Dios al uno nacer, incluyen cosas como el cociente de inteligencia, una medida de
salud y fuerza, talentos musicales, habilidades lingüísticas, aptitudes para la mecánica, etcétera.
2. Habilidades adquiridas. Entre éstas, cocinar, coser, manejar un automóvil, aprender un idioma, tocar un instrumento, etcétera. Aunque quizás no lleguemos a apreciar tales destrezas, recuerde que muchas personas en el mundo tienen pocas oportunidades de adquirir habilidades en estas áreas.
3. Dones espirituales. El creyente debe informarse de las distintas habilidades que Dios ha puesto en su vida. En otras palabras, debe hacer un inventario para saber qué mercancías tiene disponibles para el uso del Señor. Sólo a través del proceso de hacer inventario periódicamente puede el creyente discernir qué áreas de servicio debe explorar.
B. Prepárese por aprovechar toda oportunidad disponible
Este principio se aplica a las tres categorías de habilidades. Sáquele filo a sus talentos, adquiera destrezas, y trabaje en desarrollar sus dones espirituales. Sí uno cree que tiene el don de enseñar, entonces le será necesario estudiar. Puede ser que la habilidad de comunicar sea dada más directamente (aunque aun a ese don se le puede sacar filo por medio de la
educación), pero ciertamente el contenido se tiene que aprender.
El don de evangelizar en la iglesia primitiva no sólo abarcaba la predicación de las Buenas Nuevas sino también ir de un lado a otro con el mensaje. Para este fin pudiera ser necesario que uno cuide de su salud y así contar con el vigor que requiere viajar y proclamar el Evangelio.
Si uno sospecha que tiene el don de dar, entonces tratará de ser un buen mayordomo en todas las áreas de la vida (1 Corintios 4:2). La habilidad de ser generoso es dada por Dios, pero el tener los recursos con los cuales ser generoso requiere disciplina en los asuntos financieros.
Si uno tiene el don de exhortación, ciertamente debe estar basado en el conocimiento bíblico. Para que una exhortación sea válida y valga la pena, tiene que estar arraigada en verdades bíblicas. Y, por supuesto, el tener conocimiento bíblico requiere estudio.
C. Esté activo en la obra del Señor
Los dones se descubren y se desarrollan por medio de la actividad. La práctica trae percepción de todas las habilidades de uno, y también desarrolla esas habilidades. Si usted intenta descubrir su(s) don(es) espiritual(es), entonces no rechace oportunidades de servir, aunque piense que no caen dentro de la esfera de sus habilidades. Es posible que Dios esté tratando de comunicarle que usted tiene habilidades que aún no reconoce.
Si se halla activo en hacer lo que pueda, entonces se presentarán otras oportunidades que traerán a la luz dones espirituales adicionales. Por ejemplo, cuando primero hallamos a Felipe en el libro de los Hechos lo vemos que ayuda a distribuir dinero de socorro a las viudas necesitadas(y disgustadas) (6:5). Es de dudarse que antes de tomar este ministerio él se sentara para decidir ¡si tenía o no ese don espiritual! Aquí estaba una oportunidad para servir, y él la aprovechó. El demostró ser fiel al llevar a cabo esa humilde tarea. El Señor entonces le confió otro ministerio, el de evangelizar a los samaritanos(8:5) y, después, al eunuco de Etiopía. Por continuar empleando ese don, llegó a ser conocido como Felipe el evangelista(21:8). Pero primero fue Felipe el ayudador de viudas.
El mismo principio obró en la vida de Esteban. El primeramente sirvió junto a Felipe en ministrar a las viudas. Pero también estaba lleno de fe (6:5), y era un gran testigo (7:1–53). La fidelidad en una oportunidad lleva a otras oportunidades.
D. Sea un buen mayordomo del estado de soltero o casado
Si cualquiera de los estados es un don espiritual (1 Corintios 7:7), entonces es esencial ser fiel en la mayordomía que acompaña a cualquiera de los dos estados. El ser soltero o el estar casado son dones espirituales que necesitan ser desarrollados.
En ambos casos se ha de ser mayordomo fiel (4:2). Tanto el soltero como el casado tienen que estar creciendo en la santificación (1 Tesalonicenses 4:3). Ambos tienen que redimir el tiempo (Efesios 5:16).
La persona soltera tiene que prestarle atención particular a la pureza, a la disciplina financiera, a usar el tiempo libre para estudiar la Palabra a buscar oportunidades para servir, digamos, en un país extranjero por corto plazo. La persona
soltera debe ocuparse en las cosas del Señor, y de cómo ha de agradarle a El (1 Corintios 7:32). La persona casada tiene que prestarle atención a su familia y, aun así, poner la obra del Señor en primer lugar (vv. 29, 33). El propio ejercicio y
desarrollo de estos dones puede ser un factor importante en el uso de los otros dones a través de la vida.
E. Esté dispuesto a hacer cualquier cosa por el Señor
En realidad, la dedicación y el estar dispuesto a hacer cualquier cosa es más importante que descubrir su(s) don(es) espiritual(es). El pasaje que trata de los dones en Efesios 4 comienza con una exhortación a una vida digna y un caminar humilde
(vv. 1–2). Varias exhortaciones a la dedicación preceden a la discusión extensa acerca de los dones en 1 Corintios 12(3:16; 6:19–20; 10:31). Y el pasaje en Romanos 12 comienza con un gran llamamiento a la dedicación de la vida, en los
versículos 1 y 2. Uno que no esté dedicado, nunca descubrirá todas las habilidades que Dios le ha dado, ni tampoco desarrollará aquellas que pueda descubrir.

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Hay mucho más sobre éste tema, espero te haya sido de bendición y edificación como lo fue para mi.
Hermanos, que la luz del Señor los guíe y enseñe!

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