#2 Sara
PRIMERA PARTE
Sarai era la
esposa de Abram quien había sido enviado por Dios fuera de su tierra y de su
parentela hacia otra tierra porque haría de él una nación grande. Dios promete
a Abram que bendecirá a los que lo bendijeren y maldecirá a los que lo maldijeren
(Génesis 12.1-3). Así fue que llegaron a la tierra de Canaán. Cuando hubo
hambre en la tierra, descendieron a Egipto para morar allá. Abram reconoció que
Sarai era hermosa y que cuando la vean los egipcios querrían matarlo para
quedarse con ella. Entonces Abram le pide a Sarai que diga que era su hermana.
En síntesis, Abram le estaba pidiendo a su esposa que mintiera. Sarai hizo como
le pidió su marido y faraón la tomó para él porque la vio hermosa haciendo a su
vez enriquecer a Abram por causa de ella. Pero Dios hirió a faraón y a su casa
con plagas debido a Sarai. Entonces faraón se dio cuenta de que habían mentido
debido a los males que le habían venido. Le devuelve a Sarai y les pide que se
vayan. (Génesis 12.4-20).
Lo que aprendemos
aquí es que no debemos mentir ni aún si nuestra vida corre peligro. La mentira
es un pecado y quien miente desde el principio es el diablo. En una ocasión
Jesús les dijo a los fariseos: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los
deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio y
no ha permanecido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira
de suyo habla porque es mentiroso y padre de mentira” (Juan 8.44).
La biblia también
dice en 1Juan 2.22:” ¿Quién es mentiroso sino el que niega que Jesús es el
Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.”
Muchas personas
niegan que Jesús vino a salvarnos. Lo mismo niegan las religiones falsas. Dios
considera a éstos como mentirosos.
Abram, Sarai y su
sobrino Lot vuelven a Canaán. Como había problemas entre los pastores de Lot y
Abram (Génesis 13.7) entonces Abram le pide a Lot que se aparte de él y elija
una parte de la tierra. Lot eligió la llanura del Jordán y Abram fue a la
tierra de Canaán (Génesis 13.8-12).
Luego de varios
sucesos, Dios volvió a hablar a Abram y le prometió que su descendencia sería
tan poblada como las estrellas (Génesis 15). Dios siempre nos confirma Su
Palabra.
Pero había un
inconveniente y era que Sarai era estéril (Génesis 16.1). Por eso ella en lugar
de creer a Dios y esperar en Sus Promesas se adelantó y pecó entregando a su sierva
Agar a su marido para que tuvieran un hijo. No debemos adelantarnos y hacer el
papel de Dios. Debemos saber esperar en El. El salmo 27.14 dice: “Aguarda a
Jehová, esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera a Jehová.”
Quizás al igual
que Sarai no puedes tener hijos pero Dios te ha prometido que los tendrás. No
te des prisa. Tal vez no debas adoptar o hacerte inseminación artificial.
Espera en Dios, sí, espera en El.
CONTINUARÁ...
El Señor los bendiga, guarde y guíe =)
con amor, Vale
No hay comentarios.:
Publicar un comentario