2 Yo dormía, pero mi corazón velaba.
Es la voz de mi amado que llama:
Abreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía,
Porque mi cabeza está llena de rocío,
Mis cabellos de las gotas de la noche.
Es la voz de mi amado que llama:
Abreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía,
Porque mi cabeza está llena de rocío,
Mis cabellos de las gotas de la noche.
3 Me he desnudado de mi ropa; ¿cómo me he de vestir?
He lavado mis pies; ¿cómo los he de ensuciar?
He lavado mis pies; ¿cómo los he de ensuciar?
4 Mi amado metió su mano por la ventanilla,
Y mi corazón se conmovió dentro de mí.
Y mi corazón se conmovió dentro de mí.
5 Yo me levanté para abrir a mi amado,
Y mis manos gotearon mirra,
Y mis dedos mirra, que corría
Sobre la manecilla del cerrojo.
Y mis manos gotearon mirra,
Y mis dedos mirra, que corría
Sobre la manecilla del cerrojo.
6 Abrí yo a mi amado;
Pero mi amado se había ido, había ya pasado;
Y tras su hablar salió mi alma.
Lo busqué, y no lo hallé;
Lo llamé, y no me respondió.
Pero mi amado se había ido, había ya pasado;
Y tras su hablar salió mi alma.
Lo busqué, y no lo hallé;
Lo llamé, y no me respondió.
7 Me hallaron los guardas que rondan la ciudad;
Me golpearon, me hirieron;
Me quitaron mi manto de encima los guardas de los muros.
Me golpearon, me hirieron;
Me quitaron mi manto de encima los guardas de los muros.
8 Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si halláis a mi amado,
Que le hagáis saber que estoy enferma de amor.
Que le hagáis saber que estoy enferma de amor.
Cantares 5
En tu Amor me recreo, Señor !
Tu eres todo Precioso, Amado mío!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario