viernes, 10 de junio de 2011

Las bendiciones espirituales de cada día


Les voy a contar algo que me sucedió hoy. Hoy Dios me habló. El fue tan dulce como siempre. Para esto, tengo que volver al momento en que el Señor se manifestó a mi vida y me salvó. Siempre volvemos a ese instante tan especial para todos los que han sido redimidos por el perdón del Señor Jesucristo. Allí es cuando nos saca del Reino de las tinieblas para sentarnos en lugares celestiales en el Reino de los cielos. Allí nos quita el velo. Recuerdo que aquella noche dormí en Sus brazos y me consolaba mientras me mostraba como era la realidad de las cosas. Me hizo dar cuenta que la mayoría de las personas que conocía, al igual que yo en otro tiempo, se estaban yendo directamente al infierno. Lloré por todos ellos, también por las personas que alguna vez había conocido y por los que no conozco; por todos los que no tienen a Cristo en su vida. Por todos que son esclavos del Diablo, que pertenecen a su reino sin que lo sepan. En ese instante me estaba mostrando cual es el don que ha puesto en mi. Es el de evangelizar. La biblia dice que cuando Cristo nos perdona, y creemos en El, Dios nos sella con el Espíritu Santo y junto a ese sello Dios nos entrega uno o más dones, pero uno seguro.
Desde el día de mi Salvación es que no dejo de predicar el evangelio de Jesucristo, ya sea hablando, entregando un tratado evangélico (un folleto que es como una invitación que lleva la dirección de mi iglesia), enviando mails a personas, por chat, incluso en este mismo blog. Cada día le pido al Señor que me utilice para llegar a las personas, que les hable por medio del Espíritu Santo que habita en mi, que los convenza de pecado, justicia y juicio. Agradezco al Padre por este amor que ha puesto en mi, por esta preocupación por las almas de las personas. Además quien conoce a Jesús entiende muy bien de que se trata ser salvado por El. Ese encuentro jamás se olvida, un encuentro que no termina, sino que cada día va en aumento el conocimiento de nuestro maravilloso Señor y Su presencia se hace más evidente cuanto más cerca de El estamos. Todo creyente en Cristo se regocija de Su Dios y con alegría les habla de las maravillas que ha hecho Dios en Sus vidas. Predicar la Palabra de Dios es un mandato de nuestro Señor Jesucristo pero también es un don especial, como los hay otros dones que El nos ha dado a cada creyente, repartió como El quiso.Cuando usamos el don que El nos ha dado, esto nos llena de gozo, porque El servirle a quien dió Su vida por nosotros, nos produce alegría e inclusive sentimos que nunca vamos a terminar de pagar lo que El ha hecho, hace y hará.
Bueno les voy a contar lo que hoy me sucedió. Hoy estaba yendo al instituto biblico de mi Iglesia, y generalmente en el camino hasta allá voy entregando tratados a las personas que cruzo en la calle. Le di uno a una chica que bajaba de una bicicleta y entraba a un negocio. Lo agarró, me dijo gracias y entró allí. Caminé como dos cuadras y esta chica me alcanzó en su bicicleta, se bajó y empezó a caminar a mi lado. Me preguntó a qué iglesia iba porque ella también era cristiana y nos pusimos a charlar.Solo Dios hace esto, que las personas se unan. Así es el pueblo del Señor, es un pueblo unido por Su Santo Espíritu. Me contaba que cuando le entregué el tratado le hice acordar a su amiga que sale a todos lados con tratados. Le pregunté cual era su don y me contó que era el de animar, que le gustaba acompañar a las personas que recién estaban conociendo al Señor. Se sube a su bicicleta y casi yendose me dijo: en realidad vine a animarte a que sigas entregando esos papelitos porque personas que hacen eso no son muchas y es muy importante. Y se fue. Su nombre era Victoria. Sentí que el Señor me acariciaba el corazón. Empezaron a correr lágrimas por mis mejillas y agradecía a Dios. Toda la gloria a El.¿Porqué? Porque en oración le he preguntado a Dios sobre mis dones y que me ayude a desarrollarlos. Fue una confirmación, fue como si el Señor mismo me hubiera dicho: Valeria seguí haciendo lo que estás haciendo, seguí preocupándote porque las personas me conozcan, no apagues esa llama que hay en ti. El me habló. Las coincidencias no existen. Dios todo lo controla, el Señor siempre suple nuestras necesidades espirituales. La mayoría de las veces cuando les hablo a las personas de Dios, espero que se den cuenta que esta buena noticia(el evangelio) que están recibiendo, proviene del Reino de los cielos, pero esta vez, el Señor me sorprendió a mi. Hoy recibí sin esperarlo. Victoria usó su don y yo recibí una hermosa bendición que me llevó a alabar a mi Padre Todopoderoso.

Gracias Padre porque tu me sorprendes cada día, gracias por animarme, gracias por hablarme Señor mío, gracias por haberme bendicido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales, gracias por todo, en el nombre del Señor Jesucristo. Amén.

1 comentario:

  1. Hola Hermana Valeria Que Dios Te Siga Bendiciendo Y Habriendo Puertas Para Que Sigas Haciendo Lo Que El Senor Te Permite Realizar Para Su Reino. Es Increible Ver Que Cuando Dios Ocupa Nuestras Vidas El Nos Transforma Completandonos En Humildad. Eres Bien Sencilla Y Por Eso Dios Me Permite Visitarte Y Leer Lo Que Yeshua Te Insta A Escribir. Tengas Un Fin De Semana Precioso LLeno Del Amor De Cristo Y De Su Voluntad. Un Gran Abrazo. Que Todo Lo Hagamos Por Y Para El Senor Quien Es Nuestro Rey Y Quien Vendra A Buscarnos Para Que Le Sigamos Adorando Y Disfrutemos De Su Eterna Compania. Amen Y Amen.

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